Según datos del Ministerio de Transporte, en 2019 en España tres empresas movían al 76% de pasajeros de autobús. Alsa, filial española de National Express, es la empresa que más concesiones y viajeros tiene con 14,6 millones (47%), bastante separada de la segunda en volumen, que es Samar, con 5,2 millones de pasajeros, un 17%. La tercera es Avanza, que mueve a 3,8 millones de personas, un 12%. Igualmente, casi el 50% de las concesiones de trayectos en España las tiene una única empresa, Alsa, mientras que las otras dos se reparten un 25%.
Por su parte, el ministerio de Transportes ha proporcionado datos sobre los contratos de concesiones, según los cuales de 79 hay 42 caducados (59%) y 29 sin caducar. Los 8 restantes no están incluidos en ese documento, ya que están anulados por los tribunales y en su mayoría los trayectos los siguen haciendo las anteriores concesionarias.
Entre las no renovadas están aquellas con mayor volumen de pasajeros, como la de Madrid-Toledo, Madrid-Ciudad Real, Madrid-Barcelona, Madrid-Bilbao, Madrid-Gijón o Santiago-Barcelona. La mayoría de estas concesiones caducadas son del mismo grupo, e incluso cuando se renuevan las concesiones, no se hacen por orden de antigüedad.
CADUCIDAD DE LAS CONCESIONES
El autobús VAC-023, con salida de Plaza Elíptica en Madrid y llegada a Toledo, con paradas secundarias o hijuelas, operado por Alsa, registró en 2019 una recaudación de 11.187.367 de euros. Sin embargo, la concesión de esta línea lleva caducada desde el 30 de diciembre de 2013.
Pero otra línea, la VAC-133 entre Zaragoza y Murcia con hijuelas, tuvo una recaudación en 2019 de 2.387.186 de euros, y su concesión está caducada desde el 13 de noviembre de 2009. Si dichas concesiones se renovasen, algo que deben hacer alguna de ellas debido a su antigüedad, las empresas se verían abocadas a renovar su flota, adaptándola a las nuevas condiciones del concurso. Igualmente, las compañías deberían bajar precios, para poder ser competitivas. Aún así, si no cumplen los pliegos, perderían la concesión de la línea, lo que supondría una pérdida económica aun mayor para ellas.
La concesión del trayecto entre Zaragoza y Madrid está caducada desde 2009
Según datos del ministerio de Transporte respecto a 2019, la recaudación total en régimen de contratos de gestión y de titularidad fue de 348.115.275,25 euros. En cuanto al número de pasajeros un total de 30.883.384 personas utilizaron el transporte por autobús. Desde 2009 hasta 2015 la demanda estaba a la baja, pero desde ese año hasta la actualidad se está estabilizando.
Los datos que maneja dicho ministerio son facilitados exclusivamente por las empresas y, además, recogen la recaudación que han obtenido las empresas por los trayectos en determinadas líneas, y no están incluidas las subvenciones directas e indirectas que reciben.
CNMC
La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) lanzó un informe consultivo sobre la liberación del sistema de transporte interurbano. La intención de la Comisión es exponer las carencias de un sistema en el que no todas las empresas pelean en igualdad de condiciones.
El hecho es que las barreras de entrada para solicitar una concesión hacen que algunas empresas pequeñas no puedan optar a los trayectos que quieran. Para entrar en el concurso de la ruta, es necesario que las empresas tengan un mínimo de 5 años en la prestación de algún servicio. Además, se pide que el número de autobuses que tenga la compañía sea igual o mayor del 50% de los que quedarán adscritos a la concesión.
Tanto la patronal Confebús como firmas como Alsa y Avanza han defendido este modelo concesional, ya que consideran que el sector no presenta problemas de competencia.
PÉRDIDAS
El impacto que ha tenido las restricciones a la movilidad hizo que los ingresos de Alsa bajaran un 33%, de 940 a 629 millones de euros. Sus resultados fueron de 105 millones de euros en 2020, mientras que en 2019 obtuvo un beneficio un de cerca de 107 millones.
El pasado año, debido al primer estado de alarma, el número de pasajeros tuvo un desplome de más del 90%. Posteriormente, con las nuevas normativas y las restricciones actualizadas, este porcentaje se situó en el 44% de media en el año. Asimismo, sus servicios interregionales tuvieron un descenso durante la pandemia del 62%.
El pasado mes de junio, Alsa anunció la compra de los autobuses interurbano Transportes Rober, en Granada, por 13 millones de euros, dentro de su estrategia de crecimiento dentro de la movilidad urbana. Igualmente, en 2018 la compañía entró en Galicia con la compra de CalPita por 10 años y un valor de 96 millones.
TRAYECTOS
Un usuario puede coger un autobús Alsa en Cádiz e ir por toda la costa mediterránea hasta Girona. Sus concesiones abarcan toda la costa mediterránea, la parte norte y noroeste de España y las provincias de Córdoba, Granada y Jaén. Igualmente, en Portugal, tiene adjudicado el servicio urbano de Oporto y realiza trayectos a Lisboa y el sur del país.
En Marruecos, por su parte, es el primer operador de autobuses urbano, dado que opera en cinco de las seis mayores áreas urbanas del país desde hace dos décadas. En 2019, consiguió un contrato de 1.000 millones de euros para el transporte urbano en Casablanca, capital y mayor ciudad del Estado. La concesión se hará durante un plazo de 10 años, en el cual la empresa espera una facturación de 729 millones de euros, pero también prevé prorrogarlo por 5 años más y llegar a los 1.000 millones de euros.
La compañía prevé “una consolidación del turismo nacional en España” y en cuanto al número de usuarios en sus líneas “tenemos una previsión de viajeros de entre el 50 y el 70% respecto a las mismas fechas del 2019, porcentaje que varía mucho en función de los distintos destinos”. Según Alsa “los destinos vacacionales más demandados están siendo las costas del Mediterráneo, de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, y las costas del Cantábrico, en Galicia, Asturias y Cantabria”.