Estoy Vivo llegó a las pantallas en diciembre de 2017 y poco a poco ha ido haciéndose popular entre el público. Tanto que, hasta el momento, se han hecho cuatro temporadas. La trama nos cuenta la historia de un inspector de policía que muere en acto de servicio y que años más tarde vuelve a la vida en el cuerpo de otro agente de la ley.
En su nueva “vida” el protagonista se convierte en compañero de su hija y ambos harán todo lo posible por dar con un asesino en serie. Un argumento original que ha llamado la atención de los espectadores. Pero no es este el único punto fuerte de la serie, ya que también cuenta con rostros muy conocidos como el de Javier Gutiérrez y otros menos conocidos pero que se están haciendo muy populares, como le ha ocurrido a Lucía Caraballo.
6La serie pierde fuelle entre la audiencia
Estoy Vivo fue todo un éxito en un primer momento, quizá por presentar un argumento muy original y ser una de las pocas ficciones españolas centradas en el mundo de la ciencia ficción. Tras una primera temporada han llegado otras tres más, habiéndose emitido la cuarta a lo largo de 2021.
Ahora la duda que surge es si habrás más. Su continuidad podría estar en peligro porque la audiencia está bajando. Consigue los mejores datos de audiencia entre la población de 13 a 24 años y entre los adultos de 45 a 64 años. No obstante, le ocurre un poco lo mismo que a Cuéntame. Aunque pierde espectadores en su emisión en televisión, los gana en su retransmisión digital.
