¿Por qué algunas personas son capaces de sacar un proyecto empresarial adelante y otras no consiguen ni ponerlo en marcha a pesar de haber tenido una buena idea? La experiencia nos demuestra que existen muchos obstáculos que impiden o frenan el emprendimiento, pero la falta de fuerza de voluntad es uno de los más importantes y de los más habituales.
La idea de tener un negocio y ser tu propio jefe suena muy bien. Pero cuando llega la hora de la verdad es cuando las personas se dan cuenta de que para conseguir tener un negocio rentable hay que hacer muchos sacrificios y dedicarle mucho tiempo. Es entonces cuando la fuerza de voluntad inclina la balanza hacia el “sí, vamos a emprender” o el “no, es demasiado complicado”.
5La falta de fuerza de voluntad implica que no eres capaz de desarrollar nuevos hábitos
Cuando quieres conseguir algo a toda costa y estás comprometido con tus objetivos no te importa hacer los sacrificios que sean necesarios. Y sabes que lo primero que hay que hacer son ajustes en tu día a día para encontrar tiempo que dedicar a tu proyecto. Esto significa que tienes que desarrollar nuevos hábitos.
Si eres una persona a la que, normalmente, le cuesta desarrollar nuevos hábitos, lo vas a tener complicado para que tu idea dé el salto y se convierta en una realidad. Porque al final nunca vas a estar haciendo eso que se supone que tenías que estar haciendo. Lo malo de todo esto que hemos visto no es solo que no serás un buen emprendedor, es que seguramente te acabes fustigando a ti mismo por todas esas cosas que podrías haber hecho y no has hecho. Para que esto no ocurra, comprométete con tu idea y haz todo lo posible por sacarla adelante. Dile adiós a las excusas.