¿Por qué algunas personas son capaces de sacar un proyecto empresarial adelante y otras no consiguen ni ponerlo en marcha a pesar de haber tenido una buena idea? La experiencia nos demuestra que existen muchos obstáculos que impiden o frenan el emprendimiento, pero la falta de fuerza de voluntad es uno de los más importantes y de los más habituales.
La idea de tener un negocio y ser tu propio jefe suena muy bien. Pero cuando llega la hora de la verdad es cuando las personas se dan cuenta de que para conseguir tener un negocio rentable hay que hacer muchos sacrificios y dedicarle mucho tiempo. Es entonces cuando la fuerza de voluntad inclina la balanza hacia el “sí, vamos a emprender” o el “no, es demasiado complicado”.
4Antepones la tentación a la responsabilidad
A ver si te suena esta situación o has vivido algo similar. Has tenido una buena idea de negocio y te has propuesto analizar su viabilidad a través de un plan de negocio. Sabes que tienes que dedicarle algo de tiempo a la elaboración una vez terminada tu jornada de trabajo. Pero te han propuesto ir al cine y te apetece mucho ver esa película, así que decides dejar la obligación para otro día.
Si este tipo de situaciones se repiten con frecuencia, unas semanas después te das cuenta de que no has hecho nada de lo que tenías previsto hacer con tu proyecto. Y tu idea acaba olvidada en un cajón, a pesar de que podría haberse transformado en un negocio de éxito.