Facebook, Amazon, Apple o Alphabet son gigantes sin parangón en la historia. Su valoración conjunta es mayor que el PIB del 99% de los países del mundo, por ejemplo, es superior al de Alemania. Pero su dominio no solo es económico financieros, sino también de interferencia con la sociedad. Sin ir más lejos, la primera de ellas silenció al que era presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus últimos días de mandato. Un ataque nunca visto. Por ello, ahora su sucesor, Joe Biden, tiene como objetivo doblegar esa enorme autoridad.
El primer paso lo dio al colocar al frente de la Comisión Federal de Comercio (FTC) a Lina Khan, una mujer de su más entera confianza. Más tarde, la misma agencia gubernamental llevaba a dichos gigantes ante la justicia estadounidense por su monopolio. Así, con la ayuda de un comité del Congreso, cámara que también controla ahora Biden, se aprobaron hasta seis proyectos de ley en contra de los cuatro jinetes del apocalipsis que incluyen, entre otras exigencias, desprenderse de algunos de sus activos clave.
Pero una cosa es lo que se quiere y otra lo que se puede. Y más, sobretodo, en un país desarrollado con un sistema de justicia independiente. Así, el pasado 28 de junio Biden, y su equipo, recibió el primer golpe en contra de sus aspiraciones. En concreto, el magistrado James Boaberg desestimó una de las demandas de la FTC contra Facebook por distintos casos de monopolio que se basaban en que el gigante tecnológico había comprado a sus rivales, WhatsApp e Instagram, reduciendo el mercado de las redes sociales.
LAS BAZAS GANADORAS DE FACEBOOK
La primera victoria de Facebook no es, ni mucho menos, el final de la historia. De hecho, la sentencia de Boasberg abre la puerta a que la disputa pueda alargarse en el tiempo al dar motivos a ambos bandos para la esperanza de una victoria final. En el caso de la firma creada por Mark Zuckenberg es más que evidente: la justicia le da la razón en el primer envite. Un hecho que refuerza a la compañía y que le permite mantener una posición no negociadora.
Para condenar a Facebook de monopolio la FTC debería demostrar que los consumidores se vieron perjudicados por la compra de Instagram o WhatsApp
Aunque hay más razones. Otra de ellas es que la FTC tiene muy difícil probar sus acusaciones contra la tecnológica. En primer lugar, por algunas de las palabras emitidas por el propio magistrado. Así, el escrito de Boasberg muestra que la demanda es «jurídicamente insuficiente» y, además, resalta con dureza que “es casi como si la agencia esperara que la Corte simplemente asiente con la cabeza a la sabiduría convencional de que Facebook es un monopolista [en las redes sociales]”.
Los detalles técnicos en este punto son importantes. Así, para condenar a Facebook de monopolio en redes sociales debería demostrar que, por ejemplo, los consumidores se vieron perjudicados por las ofertas y la compra que ejecutó el gigante de Instagram y WhatsApp. Lo cual es muy difícil de hacer, dado que ambas plataformas han seguido captando usuarios a medida que mejoraban sus prestaciones. Asimismo, cuentan con un nivel de satisfacción es muy alto.
Por último, las cifras complican todavía más la demanda de la FTC. Otro de los retos será el de demostrar que Facebook es un monopolio pese a que sus usuarios no pagan, de tal manera que no se conoce el mercado como tal.
BIDEN Y LA FTC, QUIEREN UNA GUERRA LARGA
La alternativa es recurrir a los datos de publicidad, pero el gigante creado por Zuckenberg apenas representa el 25% de toda la publicidad que hay en internet. Quizás la mejor baza en centrar el tiro solo en los anuncios en redes sociales, donde aglutina un 60%, pero sigue siendo excesivamente difícil que tenga una base legal sólida esas manipulaciones para constreñir los mercados. “Facebook tiene ventaja a largo plazo […] somos escépticos de que la FTC pueda conseguir su propósito”, se resume en un informe interno de Bloomberg.

Pero eso no quiere decir que todo ha acabado. De hecho, la primera sentencia en contra de la demanda de la FTC simplemente se ha desestimado por un «tecnicismo». Así, que tiene la posibilidad de rehacer la misma y dotarla de fundamentos más sólidos y una redacción más solvente. Además, el propio juzgado le ha dado la posibilidad de presentarla de nuevo hasta el 29 de julio. «Facebook ganó el primer choque, pero es probable que la FTC modifique su queja de manera la suficientemente sólida para que el caso prosiga«, advierten los analistas.
En definitiva, en sus primeros días de mandato Biden ya ha mandado un mensaje a los gigantes tecnológicos. Una advertencia peligrosa que de prosperar podría obligar a los mismos a desprenderse de alguno de sus activos más emblemáticos. Aunque también es una queja que, por el momento, parecen vacías de fundamento. Algo que, por ejemplo, Facebook lo sabe. En el caso de Apple y Alphabet y sus plataformas móviles, la historia podría ser otra (como demostró la Unión Europea). Aun así, queda mucho camino por delante y los gigantes es ciernes cada día crecen más y más.