Medio ambiente, agua e innovación son los tres pilares en los que se fundamenta la estrategia de Canal de Isabel II. Desde su nacimiento, la empresa ha apostado por la innovación y la tecnología como solución para los problemas ambientales de su red. Y, sobre todo, con un objetivo siempre en mente: mejorar la vida de los madrileños y del medio ambiente.
El avance de las tecnologías en los últimos años ha permitido que Canal lleve a cabo proyectos como la sectorización de la red, la teledetección de fugas a través de satélite, el control de presas mediante inteligencia artificial, las técnicas de prelocalización para buscar fugas ocultas, o la detección de restos de coronavirus en aguas residuales.
Igualmente, Canal tiene en mente digitalizar el parque de contadores de agua y conectarlo con tecnología NB-loT para conseguir una telelectura de manera remota. Para ello, la Comunidad aprovechará los fondos europeos para instalar 1,5 millones de contadores inteligentes. Pero la empresa ya tiene experiencia en esto, ya que, en 2018, lanzó un proyecto piloto en el mismo sentido. En aquella ocasión fue la primera experiencia hecha en España y en la que participaron tanto las principales operadoras de comunicaciones como fabricantes de contadores.
La intención de Canal es que la totalidad del parque de contadores en la comunidad sea inteligente para 2025. Un objetivo que puede ser viable, ya que en estos momentos esta cifra está en el 50%. Asimismo, si ahora mismo la lectura del contador es cada dos meses, con este proyecto se podrá realizar una cada hora, lo que permitirá conocer de primera mano el consumo de los clientes, avisándolos en caso de que se produzca alguna anomalía.
Además, usando técnicas de big data, Canal puede establecer tipologías de clientes, clasificados por su consumo, facilitando consejos de ahorro y optimizando la gestión de la red. La monitorización del estado de la red (cerca de 18.000 km) permite una optimización instantánea de la demanda y, de igual manera, la gestión de incidencias de manera urgente.
SALUD PÚBLICA
Durante los pasados meses de abril y mayo de 2020, Canal comenzó a recabar muestras de sus depuradoras para establecer una metodología con la que llevar a cabo un estudio sobre la presencia de restos de COVID-19 en aguas residuales. Los resultados de estas muestras confirmaron que su análisis podía utilizarse para estudiar de forma temprana y a gran escala los posibles contagios y su evolución. Pero era necesario saber cuántos puntos de muestra eran necesarios en función de la población, y para ello, en junio se seleccionaron dichos puntos de muestreo con el mayor interés desde el punto de vista sanitario.
El sistema Vigía, puesto en marcha por Canal de Isabel II, es el mayor sistema de rastreo y monitorización de SARS-CoV2 en aguas residuales de España. Con una inversión de más de 4 millones de euros, estudia 289 puntos de muestreo repartidos por toda la Comunidad de Madrid, de los que 51 están en la capital, y distribuidos por una red de saneamiento que supera los 15.000 kilómetros de longitud.
Cada punto de muestreo abarca una media de 25.000 habitantes en toda la Comunidad, desde los pequeños municipios de la Sierra Norte hasta los de las grandes ciudades de la corona metropolitana y los distintos distritos de Madrid capital. En total, el sistema analiza las aguas de cerca de 7 millones de personas.
En todo este proceso trabaja un equipo de 25 profesionales de distintas ramas profesionales como ingenieros de caminos, químicos o bioquímicos, a los que hay que sumar los analistas y los tomadores de muestras. Y todo ello para que en un máximo de 48 horas las muestras lleguen a la Consejería de Sanidad. Cada semana, son más de 300 las muestras tomadas en todos los puntos de la red de saneamiento y depuradoras. Pero desde el inicio de la toma regular en julio del pasado año se han realizado 16.000 análisis.
Pero el objetivo es que el sistema de vigilancia se consolide como algo estable, incluso después de superada la pandemia. Por ello, la empresa contará con una red permanente de 87 puntos de rastreo que permitan dar la voz de alarma en caso de que se detecte alguna incidencia.
CANAL, HACIA EL FUTURO VERDE DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Calidad, sostenibilidad e innovación son los pilares de la actuación de Canal de Isabel II a lo largo de sus 170 años de historia, y, por supuesto, de cara al futuro. La sostenibilidad se traduce en una economía verde de los recursos, en el caso de Canal de Isabel II, aplicada al buen uso del agua. Canal es una empresa puntera que busca el uso eficiente de los recursos como el agua, la competitividad en el sector del agua, la innovación en los nuevos procesos de depuración y generación de energía utilizando como fuente el agua, esto es, buscar una rentabilidad medioambiental.
Son 170 años en los que la empresa pública dependiente de la Comunidad de Madrid ha ido evolucionando hasta asumir los retos medioambientales para lograr una región más sostenible. Desde que se construyó el Pontón de la Oliva hasta los nuevos proyectos que ahora desarrolla, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y tomando como referencia el compromiso medioambiental.
Por ello, Canal impulsará la eficiencia energética y la energía verde mediante el desarrollo de proyectos vinculados a la energía solar o al hidrógeno verde: construirá una planta pionera en España de generación de hidrógeno verde, un elemento clave en la descarbonización, que además será la primera en utilizar energía renovable y agua depurada como fuente de generación del hidrógeno. La construcción de esta planta supondrá una inversión estimada de 24,5 millones de euros, y tendrá una potencia instalada de 5 Megavatios.
Otro proyecto clave será el despliegue del Plan Solar, con el que se pondrán en servicio instalaciones fotovoltaicas propias para autoconsumo eléctrico a través de una inversión de 33 millones de euros, con el objetivo de obtener energía renovable y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según el último análisis realizado por la agencia de calificación de riesgos Ficht en el sector de las utilities para medir el poder de adaptación de las empresas a la sostenibilidad, sobresalen diez empresas españolas entre las 100 empresas líderes mundiales de sostenibilidad. Entre esas diez, junto a Iberdrola, Naturgy o Enagás, por citar algunas, se encuentra el Canal de Isabel II, empresa pública de la Comunidad de Madrid, como gestora del ciclo integral del agua, y gracias a proyectos como el Plan Solar y el hidrógeno verde, que van encaminados a potenciar la economía verde y sostenible en la Comunidad de Madrid.