sábado, 23 noviembre 2024

Último asalto del combate por el ERE en CaixaBank: reunión a la 1

Después de que se pasaran, madrugada del martes al miércoles, incluida, CaixaBank y los sindicatos siguen sin cerrar un acuerdo en una negociación que tenía, a priori, como fecha límite el 29 de junio. Cuando el pacto parecía hecho, la entidad incluyó una última propuesta con 200 movilidades forzosas, según fuentes sindicales presentes en la mesa de negociación. Ese punto puede hacer saltar la mesa del ERE por los aires. Las partes se reunirán a la una de la tarde, según ha sabido MERCA2.

Después de todo un día de negociación (con la segunda huelga general en el banco incluida), el acuerdo se iba acercando, muy poco a poco, como todos los avances que se han venido produciendo en esta negociación, pero la fumata blanca no ha hecho acto de aparición aún.

Con el tema de la voluntariedad camino de solventarse, al menos eso parecía, el banco había presentado una nueva propuesta a los sindicatos que rebaja a 6.750 el número de salidas previstas por el ERE frente a las 6.950 de la oferta anterior y a las 8.291 anunciadas inicialmente. De esta forma, las salidas planteadas eran 1.541 menos que las anunciadas inicialmente.

MENOS BAJAS

Posteriormente, según contaron a MERCA2 fuentes sindicales, CaixaBank puso en la mesa una propuesta con menos afectados por el ERE, centrándose en un procedimiento que garantiza el mayor grado de voluntariedad en las salidas. “El numero de excedentes planteado, sometido a que se termine con acuerdo la negociación, se fija en 6.452 empleados afectados por la extinción del contrato», según fuentes de las centrales. «A estos habría que sumar, o no, 116 recolocados internos (indirectas, con proceso de cobertura de vacantes), recolocación directa (mantienen básicamente la función) en empresas del grupo de mayores de 56 años que se apunten al ERE, y personas en excedencias de grupo que se apunten a las salidas”, indicaron fuentes sindicales sobre la propuesta del banco.

En este punto, fuentes sindicales declararon cerca de la una de la mañana a MERCA2 que, “según los cálculos que habían hecho, veían suficientes adhesiones voluntarias que unidas a las opciones ofrecidas por las centrales sindicales permitían llegar al número de bajas pretendido por el banco”.

CAMBIO DE RUMBO

Sin embargo, posteriormente la entidad indicó a los sindicatos que iba a presentar una “propuesta final inamovible”, lo cual sorprendió a los representantes sindicales. El banco pidió una hora de receso y después llegó el movimiento que deja en el alero un posible acuerdo: «la entidad quiere incluir 200 movilidades forzosas», algo que los sindicatos no están dispuestos a firmar, según avanzaron a MERCA2.

Este punto sorprendió a los sindicatos porque en la propuesta del banco, CaixaBank llegaba a apostar «por reunir a a la comisión de seguimiento del acuerdo para estudiar medidas alternativas a la extinción forzosa». Esto obviamente se haría con posterioridad a que se firmase el acuerdo.

“Nos presentaron el nuevo redactado y nos citaron a las diez del míercoles”, dijeron de madrugada fuentes sindicales a MERCA2.

De este modo, está por ver si llegan a una «entente cordiale». El banco ha reducido mucho el número de salidas y mejorado bastante las condiciones económicas ofrecidas, que son muy similares a las del ERE de 2019, según fuentes sindicales. Al respecto, fuentes del banco señalan que «la propuesta de la dirección incluye también un aumento de las compensaciones para las personas que dejen la entidad, entre las que cabe destacar un incremento de las primas de voluntariedad.

En concreto, 14.000 euros para el colectivo de 52 y 53 años; para los menores de 52 años, 13.000 euros para quienes lleve menos de 6 años en la entidad y 23.000 euros para los que superen esa antigüedad. Asimismo, los cupos por edad (el máximo número de trabajadores que se pueden adscribir voluntariamente al plan) se elevan a 1.650 en el caso de la franja entre 54 y 55 años y a 650 en el caso de los empleados de 52 y 53 años.

El problema para cerrar el acuerdo está en la movilidad forzosa incluida por la entidad a última hora.

Las espadas están en todo lo alto. Si no hay acuerdo, la situación será muy complicada para CaixaBank.

REPUTACIÓN

Como publicó recientemente MERCA2, el desacuerdo en esta negociación, no beneficia a nadie. En primer lugar, no sería bueno para el banco, que vería su reputación muy desgastada y podría verse abocado a los tribunales si las centrales impugnan el ERE.

Tampoco sería bueno para los trabajadores, ya que un ERE sin acuerdo podría ser mucho más perjudicial que cualquiera de las propuestas que viene haciendo CaixaBank. Y es que sin acuerdo, el banco puede optar por pagar solo lo que establece la Ley: 20 días de salario con un máximo de 12 mensualidades. Fuentes sindicales dudan de que, llegado el caso, aún sin acuerdo, el banco pagara solo que determina la legislación.

En este marco, el sector, que está viendo como los ERE pueden afectar seriamente a la reputación del mismo, teme un efecto arrastre permanente, lo que equivale a mantener durante mucho tiempo el estigma de que es un sector que no cuida a sus empleados, que despide masivamente y en el que sus directivos cobran muchísimo dinero. 

La banca tema que en este caso paguen justos por pecadores permanentemente en materia de reputación. Temen lo que el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha denominado el “efecto diferido”, es decir, que una actuación particular acabe, con el tiempo, afectando a otras empresas del mismo sector.

EL GOBIERNO

El problema vendrá para el Gobierno si el ERE se cierra sin acuerdo. Será un problema para la imagen del Ejecutivo ante la sociedad, en general, y ante su base electoral, en particular. Y es que la base electoral (tanto la procedente del PSOE como de Podemos) va a ser complicado que entienda que el Ejecutivo, que por medio del FROB –que es el segundo máximo accionista de CaixaBank- está presente en el consejo de administración de la entidad, que el Gobierno

En este sentido, fuentes sindicales critican al Ejecutivo porque el Ministerio de Economía dio el visto bueno a la absorción de Bankia por CaixaBank sin poner ninguna exigencia en relación con el empleo. También le afean que no haya hecho ningún tipo de cambio en la legislación para que los ERE vuelvan a necesitar la aprobación de la Administración para salir adelante. Con este cambio, el Gobierno podría vetar cualquier ERE que no le convenciese.


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