La Junta de Accionistas de Indra, celebrada este miércoles, ha ratificado por una amplia mayoría la nueva estructura de gobierno de la compañía, en la que los roles de presidente y de consejeros delegados se separan, y que ha resultado en el nombramiento de Marc Murtra como presidente no ejecutivo y de Cristina Ruiz e Ignacio Mataix como consejeros delegados con carácter solidario.
Los accionistas han aprobado las cuentas anuales y el informe de gestión del Consejo de Administración, así como el informe de sostenibilidad, y han adoptado por una amplia mayoría todos los acuerdos propuestos por el Consejo de Administración. Entre otros puntos, esta aprobación supone la ratificación y reelección de Marc Murtra como consejero con la condición de otro externo y de Ana María de Pro como consejera independiente; así como la reelección de Enrique de Leyva e Ignacio Martín como consejeros independientes y de Ignacio Mataix y Cristina Ruiz como consejeros ejecutivos.
Marc Murta destacó en su intervención en la Junta de Accionistas que “hay muchas razones para mirar al futuro con confianza e ilusión. Indra dispone de un sólido posicionamiento estratégico, comercial y de negocio y de un equipo de profesionales extraordinario y queremos ser protagonistas de una industria global de alto dinamismo y potencial que puede generar mucho valor para España en un momento de recuperación en el que las ayudas europeas van a impulsar proyectos e inversiones en muchas de nuestras áreas de fortaleza y expertise tecnológica”.
“Mi objetivo como presidente es contribuir desde mi trayectoria, conocimiento y experiencia a potenciar las fortalezas de Indra y apoyar a los responsables ejecutivos desde el liderazgo del Consejo y a través de las funciones que me han sido encomendadas”, aseguró.
Así mismo, Murtra trasladó su agradecimiento a Fernando Abril-Martorell por su etapa como presidente, valorando su gestión y la transformación operada en la sociedad desde que asumió sus funciones en 2015. “Esta transformación nos permite ahora abrir un nuevo tiempo desde bases sólidas y nos debe impulsar a aprovechar las nuevas oportunidades para todos los que formamos parte de Indra”.
Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, consejeros delegados de Indra, repasaron las tendencias y estrategias de las dos divisiones de la compañía (Transporte y Defensa y Minsait, división de Tecnologías de la Información y Transformación Digital).
En 2020 Indra supo reaccionar adecuadamente para mitigar los peores efectos de la crisis sanitaria derivada del Covid-19, mantuvo con éxito la continuidad del negocio, actuó con decisión para minimizar el impacto negativo de la caída de actividad y siguió fortaleciendo su posicionamiento comercial y estratégico.
Los consejeros delegados destacaron que, desde el inicio de la pandemia, muchas de las actividades críticas y esenciales que han soportado el funcionamiento normal de España han tenido detrás el trabajo de profesionales de Indra, en condiciones a veces muy complicadas, con ejemplos como nuevos servicios de soporte al sistema sanitario de varias comunidades autónomas, o a los bancos españoles en las líneas de préstamos ICO, y el Desarrollo de nuevas aplicaciones digitales que permitieron el servicio online de los clientes de Indra.
Y mostraron su alto grado de motivación y compromiso con el futuro de Indra y afirmaron que la compañía, en sus dos negocios, entra en esta nueva etapa con unas bases sólidas para continuar y profundizar en su estrategia de crecimiento y rentabilidad y dispone de grandes perspectivas de éxito para reforzar su liderazgo en los ámbitos tecnológicos en los que compite.
CUMPLIMIENTO DE OBJETIVOS
Los consejeros delegados recordaron que, a pesar del endurecimiento de la pandemia durante el segundo semestre, Indra cumplió en 2020 con los objetivos comprometidos para el ejercicio con los inversores y accionistas en el mes de julio de dicho año, y destacaron que Indra consiguió que su cartera alcanzase un nivel histórico, creciendo un 15,9% hasta los 5.229 millones de euros, mientras que la contratación neta se elevó un 8,4%, ascendiendo a 3.850 millones.
En ese ejercicio, Indra logró que su Flujo de Caja libre se situase en 83 millones de euros (o 121 millones de euros excluyendo la salida de caja de 38 millones por el plan Covid de transformación de la plantilla), un dato que contrasta positivamente con los 8 millones de euros de Flujo de Caja Libre de 2019. Además, la Deuda Neta se redujo hasta 481 millones al final del ejercicio, frente a los 552 millones de 2019, situándose en su nivel más bajo desde 2010.