Las gasolineras automáticas ya forman parte del imaginario colectivo a la hora de repostar. Con una cuota de mercado que roza el 13%, y cuya aspiración inmediata es llegar al 20%, las estaciones de servicio con tecnología para operar en régimen automático las 24 horas del día demuestran buena salud pese a las trabas burocráticas que todavía mantienen.
Así lo ha hecho constar el presidente de Aesae (Asociación Española de las Estaciones de Servicio Automáticas), Manuel Jiménez, durante la presentación del estudio anual realizado por la asociación tomando datos del Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica.
En concreto, en términos absolutos, este tipo de gasolineras alcanza ya los 1.277 puntos de distribución en toda la península, Baleares y Canarias. A pesar del impacto económico de la crisis provocada por la pandemia, los socios de Aesae han continuado desarrollando sus planes de expansión. No obstante, el modelo se abre paso de manera heterogénea en España según dicho estudio, que no contabiliza ni las estaciones de los hipermercados ni las cooperativas agrarias.
Así, Cataluña continúa siendo la Comunidad con más gasolineras automáticas con un 22% de penetración sobre el total. Le siguen Valencia (18%), Madrid (14%), La Rioja (13%) y Andalucía (12%). El resto se encuentran por debajo de la media nacional (12%). En el otro extremo, se encuentran comunidades con poco peso de las automáticas en el mix de suministro; como Canarias (2%), Galicia (5%), Cantabria (6%) y Navarra (6%). Así, otras Comunidades se acercan a la media, pero siguen por debajo como es el caso de Castilla y León (11%), Extremadura (10%), País Vasco (9%), Castilla La Mancha (8%) y Aragón (8%).
“Pese al avance, España está aún lejos de países referentes en la apertura y liberalización del mercado de carburante, como son Dinamarca o Finlandia, donde del total de gasolineras, las automáticas superan el 60%”, denuncia el presidente de Aesae.
LAS TRABAS QUE TODAVÍA EXISTEN
Pero no todo son cifras relativamente positivas, pese a la desigualdad geográfica. Las gasolineras automáticas tienen un reto mayúsculo por delante. La aceptación del modelo por parte de los conductores españoles ha sido otro factor fundamental para la consolidación del sector como alternativa a las gasolineras tradicionales gracias al precio que ofrecen y la calidad de los carburantes. Sin embargo, este crecimiento, que no solo beneficia al consumidor sino también al entorno de la estación que se ve obligado a bajar sus precios, se puede ver truncado por las nuevas trabas que preparan algunas administraciones locales. “Estamos viendo que las trabas han dejado de ponerlas las CCAA, para pasar a ponerlas algunos consistorios, que únicamente quieren preservar el oligopolio de algunos empresarios, y que no haya un auténtico mercado libre”, señala Jiménez Perona.
En una entrevista reciente con MERCA2, el presidente de Aesae explicaba que “esta situación histórica de trabas, ahora mismo y como estrategia normativa, se ha trasladado a los municipios”. Estimaba que, por intereses que no se hacen públicos, los ayuntamientos quieren blindar las zonas del centro. Esto provoca que tan solo queden libres los alrededores de las localidades, y ahí es donde surgen los problemas.
El presidente de Aesae se preguntaba “por qué si en la normativa nacional no hay obligación, lo hacen los ayuntamientos”. El argumento para poner las trabas llega con los planes de planificación urbanística. Con esta herramienta legal, los consistorios pueden hacer y deshacer mientras las gasolineras automáticas recurren.
UN NEGOCIO A MÁS
Sobre la evolución del negocio, el presidente de Aesae apuntillaba en la entrevista que se sentía orgulloso de que han sido “un modelo de negocio que no ha cerrado nunca durante la pandemia. Solo queremos que nos dejen hacer nuestro trabajo. Los clientes han valorado que no hay ningún riesgo a la hora de hacer el repostaje”.
Manuel Jiménez asumía que los tiempos donde se atacaba a las gasolineras automáticas por puros estereotipos ya han pasado. “Este modelo -añade- viene muy bien en tiempos de covid donde se deben aminorar los contactos”.
Sobre las previsiones de futuro, aunque todavía no han elaborado la hoja de ruta de este año, sí anticipan que la cuota de mercado seguirá creciendo. Ahora mismo el siguiente reto será llegar al 20%. Aunque Jiménez también entiende que eso debe venir acompañado de mayores ventas, puesto que tampoco sirve de nada crecer si esto no repercute en la facturación.