Hay muchos tipos de preparar una paella: la auténtica valenciana, mixta, de marisco, de carne… es un plato que, como ocurre con otras muchas recetas, se han ido encontrando diferentes variantes dependiendo de su ubicación. Sin embargo, hay algo que muchos chefs y encargados de cocina remarcan: hacer la paella en vitrocerámica nunca será lo mismo que a la leña.
Sí, es cierto; en la mayor parte de las casas no hay otra manera. Aun así, en la medida de lo posible, si queremos que resulte perfecto, la mejor recomendación es que se haga lejos del poder eléctrico. Ahora bien: ¿qué es lo que hace que no sepa igual? ¿Cuál es el control del fuego óptimo? Lo conocemos desde MERCA2.
6Hay que acertar la temperatura precisa en todo momento
Asimismo, los diferentes chefs concuerdan en algo muy práctico, y que a la hora de la verdad resulta un aspecto más interesante para contar con una paella más gustosa, vistosa y, sobre todo, deliciosa.
Así que ahí está el quid de la cuestión, en el control de la temperatura y fuego, aunque sea eléctrico. Sí, esa es la razón que esgrimen la mayoría de los expertos que terminan por decantarse por la leña. Es esto lo que hay que tener claro.
Y es que una cocina de inducción, o vitro, e incluso el gas, llevan consigo una potencia calorífica muy fácil de controlar (de 0 a 9, o 10). Mientras, en la leña, o se un total experto en la materia o se descontrola todo. También hay que tener presente que en todos los casos es importante no remover el condumio continuamente: hay que dejar que esas cositas que duermen al calor se hagan a su justa media y tiempo.