Una de las reivindicaciones clásicas de los autónomos es aquella que denuncia que sufren constantes inspecciones por parte de Hacienda, mientras que los grandes defraudadores (que no son precisamente trabajadores por cuenta propia) padecen muchas menos investigaciones en lo referente a sus ingresos, gastos y pago de tributos.
Aunque algunas inspecciones son aleatorias, en otras la llamada del Fisco se debe a que ha detectado indicios de que algo extraño está ocurriendo. Por eso, es importante saber qué cosas son las que hacen saltar la alarma en la Agencia Tributaria y pueden dar lugar a que se inicie un procedimiento de inspección.
2Presentación a Hacienda de varias autoliquidaciones de IVA negativas
Como acabamos de ver, incluso en aquellos casos en los que no se han obtenido ingresos hay que presentar la autoliquidación del IVA. Se tratará, eso sí, de una autoliquidación negativa que implicará que no hay que pagar nada.
Las alarmas empiezan a sonar en Hacienda cuando la situación se mantiene durante varios trimestres. Que haya un trimestre o dos sin facturación o con una facturación muy baja no es demasiado relevante. El autónomo puede estar pasando una crisis en su negocio o incluso puede que esté enfermo y no esté trabajando.
El problema viene cuando se declaran de forma constante gastos y ningún ingreso. Una actividad que no da ningún beneficio pero sí tiene una serie de gastos asociados no es viable a largo plazo. Lo normal es que alguien que está en una situación así se dé de baja tanto en Hacienda como en la Seguridad Social. Si esto no ocurre, es más que probable que la Agencia Tributaria se ponga a investigar.