Desde hace años las empresas se han volcado con las iniciativas sociales. Y al margen del compromiso real, hasta ahora lo que no se tenía constancia era de su verdadero impacto. Por eso, a medida que dichas acciones aumentan, ha llegado el momento de poner negro sobre blanco su influencia sobre la ciudadanía y el entramado corporativo.
Y todo ello porque la evaluación de los asuntos ESG dentro de las empresas ha puesto de manifiesto la importancia de los asuntos sociales. Una construcción de empresas más humanas, en las que la relevancia de los intangibles determinará más su sostenibilidad en el tiempo, su predilección por parte de los consumidores o inversores, pero sobre todo que en plena 4ª revolución industrial no dejará a nadie atrás.
Teniendo en cuenta el Plan de Recuperación y el enfoque actual de las empresas, Fundación Seres cuenta con un modelo de medición del impacto centrado en lo social (Índice Seres de la Huella Social) que permitirá identificar oportunidades para las empresas, así como entender y cualificar ámbitos clave relacionados con lo social en medio del Plan de Recuperación proyectado por la UE. Este análisis contempla varios ejes como el capital humano, capital social, modelo de negocio e innovación y liderazgo y gobernanza y pretende aportar claridad y rigor a la medición del impacto de los retos sociales, que actualmente no cuenta con una estandarización.
Esta semana ha sido la presentación oficial de este índice. Así, el presidente de la fundación, Francisco Román, ha hecho hincapié en “que la dimensión social, seguramente la más exigente en el ámbito empresarial, cuenta con la dificultad de no estar muy estandarizada ni tener un lenguaje común. El Índice Seres de la Huella Social cuantifica el impacto social de los proyectos económicos de la empresa. Una forma de medir cómo conecta el progreso económico y el progreso social dentro de las compañías”
Por su parte, Ana Sainz, directora general de la Fundación Seres ha insistido en que “pilares como el empleo y la formación inclusivos, igualitarios y de calidad, la digitalización humanista o la cohesión social y territorial son algunos de los ejes que nos permiten medir el impacto social que tienen los proyectos empresariales”.
“No me cabe la menor duda de que estamos ante un modelo de medición que sobre todo tendrá un gran calado en la estrategia de las compañías, facilitará la colaboración e indudablemente será relevante para abordar una recuperación sin dejar a nadie atrás, teniendo como una de sus aplicaciones la medición de la huella social en los proyectos de los fondos del plan de recuperación” ha añadido.