sábado, 23 noviembre 2024

La batalla sin fin del Gobierno de coalición con el Banco de España

Hay organismos que (se supone) deben estar fuera de la batalla política, pero el Banco de España hace tiempo que forma parte de la disputa política española y cada cierto tiempo la batalla se recrudece. El último episodio -y no parece que que ahí- es la feroz crítica de Podemos al Banco de España por una valoración sobre la repercusión de la subida del salario mínimo.

LOS ATAQUES

La veda de ataques sin complejos está abierta desde que el PP se lanzó en tromba en 2006 en contra del nombramiento de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador. El ataque se basó en que el Gobernador debía ser independiente y Ordóñez había sido, entre otras cosas, secretario de Estado de Hacienda.

A partir de ahí, han pasado más gobernadores, Luis María Linde y, desde 11 junio de 2018, Pablo Hernández de Cos, al que el Gobierno de Mariano Rajoy propuso para el cargo -lo nombra el Rey- poco antes de la moción de censura en la que Pedro Sánchez salió como presidente.

Este fragor guerrero ha llegado incluso a poner en solfa en muchas ocasiones a una institución como el Banco de España. Las valoraciones del banco emisor y de sus gobernadores en materia económica han sido foco de muchas polémicas. Todo comenzó con Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador.

En la actualidad, el número uno del Banco de España también ha recibido críticas por las posiciones expresadas en cuestiones como el salario mínimo. En ocasiones, es la cabeza visible, el gobernador, el que recibe los ataques aún cuando la posición es la del supervisor en un informe y no propiamente la del gobernador con nombre y apellidos. Cuando se defiende, el banco emisor lo hace sin excesos verbales.

PODEMOS

A lo largo del tiempo que Sánchez lleva en la presidencia,  Hernández de Cos,  ha defendido retrasar la edad de jubilación,  profundizar en la reforma laboral o las posibles repercusiones negativas para el empleo de la subida del salario mínimo.  Estas valoraciones le han costado duras críticas sobre todo del socio morado de la coalición de Gobierno: Podemos.

El último ejemplo ha sido la crítica que el diputado de Podemos Rafael Mayoral hizo al Banco de España por defender que la subida del salario mínimo ha influido negativamente en la creación de empleo. Mayoral calificó como “impresentable” al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, por la posición del BdE.

Según Mayoral, habría que “correr a gorrazos” a de Cos por la valoración que hizo el banco emisor, una valoración que estima supone un ataque a los más vulnerables.

SOCIALISTAS AL RESCATE

Desde el Ejecutivo, el Ministro de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, pidió “respeto extremo” para instituciones como el Banco de España, ya que cree que hay que “reforzar” precisamente las instituciones, especialmente si es “tan importante” y con un “papel fundamental” con “tantas funciones” como el organismo supervisor.

Desde el Banco de España, su director general, Óscar Arce, señaló que que el informe en el que valoran la subida del salario mínimo “es un trabajo exhaustivo, sobre un tema importante, que está hecho para que se entienda bien”.

CRUDEZA Y SUAVIDAD

La batalla va a continuar porque el Gobierno tiene intención de seguir incrementando el salario mínimo y en el tema de las pensiones también habrá disputa porque el Banco de España estima que subir las pensiones en base al incremento del coste de la vida hace insostenible el sistema. Las disputas son más suaves con los ministros socialistas y mucho más crudas con los de Podemos y esto no tiene pinta de cambiar.

Ni siquiera el hecho de que al Gobernador lo eligiera el Congreso, como ha propuesto el propio número uno del banco emisor, salvaría de la críticas al Gobernador, más que a la propia institución, porque los Gobiernos no quieren críticas a sus posiciones.

Una de las claves es que si llegado el caso el Ejecutivo se atreverá a cesar al gobernador, con el que, a la luz de las medidas que quiere que aprobar el Gobierno en materia de pensiones, salario mínimo y reforma laboral, va a haber polémica porque las diferencias con el BdE son ostensibles en estos temas.

MARIANO RUBIO

El Banco de España no es sobre el papel una institución que pueda ser foco permanente de polémicas, pero de un tiempo a esta parte sí que está sometida al foco más de lo que le gustaría.

Desde la vuelta de la democracia a España, el Banco de España no había sido noticia por nada ajeno a su actividad hasta que el diario El Mundo destapó en 1994 el llamado Caso Ibercorp. Esta exclusiva se llevó por delante personalidades de la vida económica española de los años ochenta, como el entonces gobernador del Banco de España, Mariano Rubio.

Una de las escenas que más se recordaron de aquellos años fue la protagonizada entonces diputado del PSOE Juan Pedro Hernández Moltó. En una sesión de la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados celebrada el 15 de abril de 1994, Hernández Moltó pronunció la frase que se hizo entonces célebre: «Señor Rubio, ¡míreme a la cara!¡De frente! Me recuerda, ¿no?».

15 años después Moltó volvió a estar de actualidad. Esta vez por una circunstancia muy diferente: el Banco de España se vio obligado a intervenir la caja que presidía Hernández Moltó: Caja Castilla-La Mancha. El gobernador del banco emisor era n ese momento era Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuya llegada al cargo estuvo rodeada de polémica, ya que el PP se opuso desde el minuto 1 porque era un reconocido socialistya y ex miembro del Ejecutivo.

Ordóñez fue el primer gran ejemplo de que ese puesto no tenía ya patente de corso. La etapa de Ordóñez en el edificio de Alcalá (sede central del Banco de España) fue muy convulsa ya que durante su mandato el sector de las cajas de ahorro salto por los aires.

Más allá de esta cuestión, Fernández Ordóñez desató numerosas polémicas por defender cuestiones como el abaratamiento del despido, lo que le costó la crítica de la personas que le propuso para el cargo: José Luis Rodríguez Zapatero.

En abril de 2009 puso en duda la solvencia del sistema de pensiones y el entonces ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, salió a desmentirle. En 2010, el gobernador hizo de oposición al Gobierno, defendiendo una reforma laboral dura.

El que fuera máximo resposable del Banco de España entre 2006 y 2012 fue muy criticado por la oposición por su gestión de la crisis del sector financiero, pero Ordoñez aguantó hasta casi el final de su mandato.

OTROS

Después de Fernández Ordóñez llegaron Luis María Linde y Pablo Hernández de Cos. Linde sufrió severas críticas por defender la reforma laboral que hizo el PP y con Hernández de Cos también ha habido varias polémicas fuertes.

A De Cos le nombró el Gobierno de Mariano Rajoy poco antes de que tuviera que dejar La Moncloa tras triunfar la moción de censura de Pedro Sánchez.

El Banco de España y el Gobierno de Sánchez discrepan en varias cuestiones relevantes, pero parece improbable que se atrevan a cesar al gobernador del banco emisor.

Nadie ha medido el coste de poner permanentemente en el foco al Banco de España, pero probablemente no sume de cara a la imagen de España.


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