La agencia de calificación Fitch Ratings ha confirmado este viernes la nota de solvencia ‘A-‘ con perspectiva estable para la deuda soberana a largo plazo de España, según ha anunciado la calificadora de riesgos.
En un comunicado, Fitch ha explicado que las calificaciones de España «siguen respaldadas por una economía de alto valor agregado, sólidos indicadores de gobernanza y facilidad para hacer negocios» y los indicadores de desarrollo humano que están en línea o por encima de la mediana ‘A’. La agencia ha apuntado que la perspectiva refleja que la recuperación para lo que queda de 2021 y 2022, junto con «condiciones de financiación favorables», facilitarán una trayectoria constante o descendente de la deuda pública.
Así, la calificadora de riesgos ha recordado que el déficit de las administraciones públicas españolas en 2020 subió hasta el 11% del PIB desde el 2,9% de 2019, por lo que esperan este año una reducción al 8,7% por la desaceleración en el gasto público y un «sólido crecimiento» del PIB nominal. Según la agencia, el gasto público se mantendrá cerca de los niveles de 2020 por la continuación de las medidas de apoyo por el Covid. «Esperamos una mayor reducción del déficit en 2022, al 5,5% del PIB a medida que se eliminan las medidas de apoyo a la pandemia», ha señalado.
La economía española se contrajo un 10,8% en términos reales en 2020, una contracción «ligeramente más suave que la previamente anticipada» por Fitch. En este punto, la agencia ha apuntado que el crecimiento del PIB real este año alcance un promedio del 6,0%, con una expansión de la economía del 6,6% para 2022. «La demanda interna será el principal motor de crecimiento tanto este año como el próximo, mientras que la contribución del sector externo será moderada, si bien positiva», ha explicado.
No obstante, Fitch también ha destacado los riesgos para las proyecciones del 2021-22, relacionados con los nuevos brotes de coronavirus vinculados con las nuevas variantes, que «pueden resultar en restricciones adicionales, amortiguando la recuperación». Así, el crecimiento en 2022 reduciría la tasa de desempleo a una media del 14,5%.
Por último, la agencia ha reseñado que la debilidad de las exportaciones el año pasado, especialmente en los servicios (incluido el turismo), se tradujo «en una fuerte reducción del superávit en cuenta corriente del 2,1% en 2019 al 0,7% del PIB».