Si se piensa en una salsa por excelencia esa es la salsa de tomate frito. No solo es una de las recetas más deliciosas, sino que también está entre las salsas más consumidas en todo el mundo, además de ser la base para otras muchas salsas muy conocidas, como el kétchup. Por eso no es de extrañar que se produzcan más de 170 millones de toneladas de tomate anualmente en todo el mundo y que el 25% vaya destinado para la industria de producción de salsas y preparados.
Pese a que esta industria ya aporta preparados listos para usar, todos los fanáticos de una buena salsa de tomate casero que no se conforman con las comerciales, deberían conocer algunos trucos para conservar la salsa casera y no tener que hacerla cada vez que se necesite para alguna receta ni usar la comprada…
4Método de la congelación
Un método de conservación muy sencillo es la congelación. El procedimiento para poder congelar la salsa de tomate es muy sencillo, tan solo debes seguir los siguientes pasos:
- Prepara la receta de salsa de tomate que más te guste.
- Una vez hecha y triturada, lo siguiente es dejar que se enfríe completamente.
- Después puedes usar botes de cristal con cierre o bolsas de congelador con cierre hermético para llenarlas con una dosis de salsa de tomate.
- Una vez están llenas, puedes meterlas en el congelador y se conservarán hasta 10 meses sin problema.
