Es una novedosa técnica que permite mediante un catéter eliminar un trombo crónico en miembro inferior que origina una severa complicación en la circulación venosa.
La trombosis de miembros inferiores es una patología muy incapacitante que además de las complicaciones agudas como la embolia pulmonar puede originar secuelas postrombóticas crónicas muy serias que pueden desencadenar en úlceras, dificultad para caminar, etc. Los tratamientos actuales solo alivian los síntomas mediante fármacos y el uso de medias compresivas. Con el fin de resolver este problema, el equipo de especialistas de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, ha realizado con éxito un tratamiento novedoso capaz de deshacer el trombo y mejorar así la calidad de vida de estos pacientes.
Este procedimiento conocido como EKOS se realiza a través de un catéter y combina el uso de ultrasonidos con la aplicación de un fármaco para deshacer el trombo. Así lo explica el jefe de la unidad, doctor Pablo Gallo, «consiste en introducir un catéter en la vena enferma que queremos tratar. Este catéter bajo control radiológico se posiciona en el interior de la vena enferma y entonces se activa un doble mecanismo que combina ondas de choque de ultrasonidos con la perfusión de un fármaco que elimina en su totalidad el trombo que ocluye el flujo venoso. El catéter actúa en un periodo de 24-48h comprobándose posteriormente en el quirófano el correcto flujo sanguíneo.
De acuerdo con el responsable de la Unidad de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Ruber Internacional, doctor Santiago Zubicoa, las trombosis oclusivas crónicas del sistema venoso de los miembros inferiores, originan complicaciones serias que pueden afectar a la calidad de vida de los pacientes además de a su vida laboral. «Este nuevo procedimiento mínimamente invasivo permite mejorar ambos conceptos restableciendo el flujo sanguíneo de la circulación de retorno y descomprimiendo la congestión venosa que desarrolla esta enfermedad», destaca el doctor Zubicoa. En concreto, se espera que la paciente intervenida por esta técnica recientemente, pueda volver a trabajar como profesora. «No aguanta estar de pie más de diez o quince minutos seguidos, con lo cual no puede dar una clase de una hora», detalla el jefe de la unidad, Pablo Gallo.
El EKOS, por ser una técnica mínimamente invasiva realizada con un catéter, presenta muy pocas complicaciones. En cuanto a posibles contraindicaciones, el procedimiento puede causar sangrados. «Un paciente con una cirugía mayor muy reciente, susceptible de sangrar, no se le puede ofrecer este tratamiento por el riesgo de sangrado que le podría generar», explica la doctora Marta Garnica, del equipo de Pablo Gallo, quien asegura que esta terapia puede mejorar la vida de muchas personas. «Tenemos referencias de compañeros en Norteamérica que han utilizado este procedimiento de forma previa con resultados esperanzadores en mejora de la calidad de vida», indica.