
La morosidad puede llevarse por delante el negocio de empresas y autónomos. Acumular facturas y facturas sin cobrar lleva a una situación de falta de liquidez que, a su vez, puede hacer que el acreedor que no cobra acabe convirtiéndose en moroso. En situaciones de crisis como la actual, esto es más frecuente de lo que parece.
Si conseguir el cobro de una deuda impagada siempre es complicado, en el caso de los profesionales que cotizan al RETA lo es todavía mucho más. Al menos uno de cada tres autónomos tiene una factura pendiente de pago, pero son pocos los que se animan a reclamar el pago judicialmente, aunque esto podría estar a punto de cambiar.
4Los autónomos salen ganando

Lo que también es cierto es que los autónomos salen ganando con la nueva interpretación que ha hecho el Tribunal Supremo de la Ley de Morosidad. En primer lugar, porque ante el retraso en el pago de una factura saben que van a cobrar algo más de dinero en forma de compensación.
En segundo lugar, porque ahora los deudores tendrán más cuidado para que su deuda no crezca demasiado y procurarán hacer sus pagos a tiempo. Si la medida es efectiva, se resolverá uno de los problemas de liquidez más importantes para los autónomos.