Lo primero que necesita un emprendedor es tener una idea de negocio. Pero no vale cualquiera, una alternativa de negocio puede resultar muy atractiva en la teoría pero no ser nada práctica a la hora de ponerla en marcha. De ahí la importancia de hacer un buen plan de negocio y tomarse las cosas con calma antes de “lanzarse a la piscina”.
Incluso los emprendedores más exitosos han fracasado en algunos proyectos por no valorar factores importantes como la competencia a la que tendrían que enfrentarse en el mercado o por intentar entrar en un sector en el que no tenían la suficiente experiencia ni los conocimientos necesarios. Para que esto no te pase a ti, aquí tienes algunas señales que pueden estar indicando que esa idea que tienes en mente no es una opción viable de negocio.
2Tu idea de negocio no ofrece nada nuevo en un sector con mucha competencia
Entrar en un mercado de océano azul no es sencillo. Hay tanta competencia que puede ser muy difícil destacar. Si tu idea es entrar en un mercado muy saturado de empresas o profesionales, es posible que tu negocio no logre sobrevivir más allá de su primer año de existencia, porque no conseguirás rentabilidad.
La clave está en poder ofrecer al público algo que no hacen los demás. Innovar de tal forma que tu negocio sea capaz de atraer y retener a la clientela. Si vas a entrar en un mercado tipo océano azul sin ofrecer nada diferente, lo mejor es que te abstengas de llevar tu idea a la práctica.