Lo primero que necesita un emprendedor es tener una idea de negocio. Pero no vale cualquiera, una alternativa de negocio puede resultar muy atractiva en la teoría pero no ser nada práctica a la hora de ponerla en marcha. De ahí la importancia de hacer un buen plan de negocio y tomarse las cosas con calma antes de “lanzarse a la piscina”.
Incluso los emprendedores más exitosos han fracasado en algunos proyectos por no valorar factores importantes como la competencia a la que tendrían que enfrentarse en el mercado o por intentar entrar en un sector en el que no tenían la suficiente experiencia ni los conocimientos necesarios. Para que esto no te pase a ti, aquí tienes algunas señales que pueden estar indicando que esa idea que tienes en mente no es una opción viable de negocio.
1Te has centrado en productos o servicios de tendencia
De forma periódica en el mercado aparecen necesidades de productos o servicios que deben ser cubiertas lo antes posible. Aunque puede ser buena idea incursionar en estos sectores, la cosa se complica si no tienes los recursos necesarios para poner el proyecto en marcha de forma inmediata y ser pionero en el mercado. Además, estos negocios de tendencia tienen un recorrido muy corto, quien se mete en ellos debe estar preparado para cambiar lo que ofrece al mercado en cuanto cambien los gustos o necesidades.
Un buen ejemplo es el sector de las mascarillas. Desde hace un año se ha disparado la demanda de mascarillas y complementos para las mismas (fundas y similares). Quienes han triunfado en este sector son quienes tenían los medios disponibles de forma inmediata para empezar a comercializarlas.
Hay emprendedores que han hecho mucho dinero con productos que han sido esenciales durante la pandemia, pero ahora que la misma empieza a remitir van a tener que buscar otras alternativas de negocio porque, posiblemente, nadie necesite mascarillas dentro de unos meses.