Cuando la economía va mal los problemas de morosidad y la falta de liquidez se ceban con los autónomos. No son pocos los que acaban teniendo que cerrar su negocio no por falta de venta de productos o servicios sino porque no cobran a tiempo o directamente no cobran. Por eso, es importante aplicar algunos trucos para reducir el riesgo de impago.
En el momento actual es algo bastante común que los clientes alarguen al máximo el plazo de pago. Y, cuanto más se retrase el momento de abonar las facturas, más riesgo existe de que estas se queden sin pagar. Lo único que puedes hacer en una situación de este tipo es ser precavido y adoptar medidas para evitarte quedarte sin cobrar.
4Déjalo todo por escrito
Si vas a establecer una relación a largo plazo con un cliente y quieres reducir el riesgo de impago, lo mejor es que firméis un contrato que establezca las bases de vuestra relación. Esto os ayudará a tener muchos más claros vuestros derechos y vuestros deberes.
Es importante negociar de antemano cuestiones importantes como los plazos de pago, así como los intereses de demora que se van a aplicar en caso de que, llegada la fecha de vencimiento, la factura no esté pagada.