Cuando la economía va mal los problemas de morosidad y la falta de liquidez se ceban con los autónomos. No son pocos los que acaban teniendo que cerrar su negocio no por falta de venta de productos o servicios sino porque no cobran a tiempo o directamente no cobran. Por eso, es importante aplicar algunos trucos para reducir el riesgo de impago.
En el momento actual es algo bastante común que los clientes alarguen al máximo el plazo de pago. Y, cuanto más se retrase el momento de abonar las facturas, más riesgo existe de que estas se queden sin pagar. Lo único que puedes hacer en una situación de este tipo es ser precavido y adoptar medidas para evitarte quedarte sin cobrar.
3Exige el pago por adelantado para reducir el riesgo de impago
Esta técnica clásica sigue siendo igual de efectiva hoy en día que hace unas décadas. Aunque el cobro por adelantado casi había caído en el olvido, en el momento actual puede ser la mejor solución para asegurarte de que vas a cobrar tus facturas, especialmente si vas a trabajar con nuevos clientes.
Se trata de exigir el pago por adelantado de un cierto porcentaje del total de la factura. Suele ser entre un 30% y un 50%. Así, si tu cliente resulta ser un moroso, por lo menos no habrás trabajado gratis. Además, está demostrado que los clientes que no tienen problemas para pagar anticipos tampoco los tienen para abonar el resto de la factura en su debido momento.