Tener un socio tóxico es una de las peores cosas que le pueden pasar a un emprendedor, porque alguien así puede conseguir que la bonita experiencia de montar un negocio se convierta en una auténtica pesadilla. Si notas que la persona con la que te has asociado es un lastre y no te deja avanzar ni profesional ni personalmente, quizá sea hora de hacer cambios.
Encontrar un socio no es fácil, y no siempre se tiene la suerte de acertar a la primera. Esa persona que parecía ideal para trabajar codo a codo contigo puede acabar siendo un gran problema: llega tarde, genera mal ambiente en el trabajo, nunca hace críticas constructivas, es demasiado exigente, gestiona mal el dinero… Si las cosas van mal, es momento de buscar soluciones.
4La toxicidad en la empresa es un problema
Que tu socio sea una persona tóxica no es algo que solo te afecte a ti, afecta al conjunto de la empresa. Porque posiblemente extienda su comportamiento a su trato con empleados, proveedores y hasta clientes. Lo que ocurre es que muchas veces los socios están dispuestos a pasar por alto ciertos problemas a cambio de mantener el negocio.
Pero esto es un error, hay importantes ejemplos de empresas que han ido a la ruina porque la relación entre sus socios era insostenible. Por eso, si detectas que algo va mal, empieza a plantearte la necesidad de tomar medidas. Háblalo primero con esa persona a la que consideras tóxica e intentad buscar una solución. Si no podéis hacerlo, quizá os venga bien un poco de ayuda.