Una ruptura matrimonial nunca es fácil, pero la cosa se complica todavía más si los cónyuges decidieron emprender en pareja en su momento. Incluso si solo uno de ellos es dueño de la empresa, la separación puede tener consecuencias legales para la misma.
No obstante, un divorcio no tiene que implicar necesariamente la desaparición del negocio. Hasta en aquellos casos en los que pertenezca a ambos, se puede llegar a un acuerdo. Por otro lado, no hay que perder de vista la importancia del régimen económico matrimonial.
2La separación de bienes para emprender
Lo que recomiendan los especialistas es escoger el régimen de separación de bienes cuando se va a emprender. Si en un pareja casada en gananciales uno de ellos decide montar un negocio, lo ideal es que antes de hacerlo se liquide la sociedad de gananciales y se pase a un sistema de separación de bienes.
Esto tiene ventajas por partida doble. Por un lado, evita que la empresa se vea afectada en caso de divorcio, porque esta pertenecerá desde el principio a una única persona. Por otro lado, si el emprendedor lo hace como autónomo y, por tanto, no tiene su responsabilidad limitada, estar casado en separación de bienes es la mejor forma de proteger su patrimonio familiar. Si el negocio tiene deudas, deberá responder de ellas con sus bienes propios, pero los de su cónyuge quedarán a salvo.