El verdadero trabajo en Reino Unido de José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, acaba de empezar. Así, la aprobación definitiva del regulador de la competencia británico (CMA), comunicada este pasado jueves 20 de mayo, de la fusión entre su filial O2 y Virgin en el país, no es más que el pistoletazo de salida al proyecto titánico que esperan armar ambas partes. En el horizonte más lejano aparece como «posible» una futura salida a Bolsa del gigante, aunque no será antes de 2024, según señalan fuentes financieras.
La operación para Telefónica es clave. En primer lugar, porque logra entrar de lleno en un proyecto más ambicioso en un mercado altamente competitivo como el británico. De hecho, la nueva firma será el segundo mayor operador del Reino Unido por participación de mercado. Y, además, con un tamaño suficiente como para poder competir de tú a tú con líder del sector en el país, BT. Asimismo, la fusión supone «reforzar las ambiciones de expansión de la red de banda ancha», señala Erhan Gurses, analista del sector de las telecomunicaciones en Europa para Bloomberg Intelligent.
En la actualidad, Liberty está ampliando su red bajo el Proyecto Lightning, que quiere llegar hasta cuatro millones de clientes, pero las necesidades de capital y los desafíos de implementación hacen difícil la tarea, según apuntan los expertos. Por ello, la fusión presenta un «fundamento estratégico es sólido», dado que «impulsaría la venta cruzada, las oportunidades de venta al por mayor y los beneficios de escala con la propiedad de una red móvil», señala Gurses.
EL ACUERDO PERMITE INICIAR UN POSIBLE IPO EN 2024
El segundo elemento clave para la operadora española es que el movimiento reforzará los dos ejes claves en los que Pallete tiene puesta la lupa: reducir el endeudamiento e incrementar el flujo de efectivo. En concreto, el visto bueno de la CMA permitirá que Telefónica reciba próximamente una inyección de más de 6.300 millones de euros, con lo que podrá seguir reduciendo su endeudamiento. Además, llega en un momento complicado, dado que la operadora se enfrenta a futuros desembolsos por la próxima subasta de 5G en España.
La fusión, a su vez, podría dejar en los próximos años otro gran pago para Telefónica si se decide, según apuntan distintos analistas, por una hipotética salida a Bolsa a partir de 2024. De hecho, algunas compañías del sector han optado por esta vía para monetizar sus participaciones en distintas operadoras. Uno de los ejemplos más exitosos es el de Softbank que recientemente volvió a colocar en el parqué un nuevo porcentaje de su filial japonesa de telefonía.
Así, algunos análisis financieros para clientes de distintas firmas de inversión apuntan a ese desenlace para el nuevo gigante británico. «Una eventual Oferta Pública de Venta (IPO, por sus siglas en inglés) parece posible, ya que el acuerdo permite a los socios iniciar dicho proceso tres años después del cierre de la fusión», explicaba un informe interno de Bloomberg meses atrás.
Pero hasta entonces, Pallete y el resto del equipo tendrá mucho trabajo. Entre otras cosas, para lograr ese segundo objetivo clave como es una mejora continuada del flujo de caja. Aunque los analistas son optimistas. Para Gurses «la fusión puede producir un incremento relativamente rápido del flujo de caja libre, excluyendo el gasto de capital, con un aumento del 20% en 2024 frente a 2021«.
TELEFÓNICA BUSCA CREAR EN LOS PRÓXIMOS AÑOS AL OPERADOR LÍDER EN UK
Hasta entonces, el trabajo será el de integrar las estructuras, sacar a relucir las sinergias de la fusión para terminar generando el mayor operador de telefonía de Reino Unido. Aunque BT, y el resto de la competencia, no lo pondrá fácil. Aun así, Telefónica y Virgin parte de una posición ventajosa, ya que las sinergias de costes proyectados, que ascienden al 4,6% del total, suponen un ahorro más grande de lo esperado. A su vez, por la parte de los ingresos, la mejora presentada por Liberty Global en sus perspectivas, supone también incrementar la guía prevista durante el anuncio de la operación.
A su vez, desde Bloomberg señalan que en el nuevo escenario «asumimos una leve expansión de las ventas subyacentes en la recuperación del virus y un impulso de la demanda apoyado por la pandemia». Por último, el hecho de que la estructura de la nueva firma se haya pactado en un 50/50 limita los riesgos sin renunciar a las muchas posibilidades que ofrece la operación.
En definitiva, Pallete, y el equipo que decida para la codirección del nuevo gigante británico, tiene mucho trabajo por delante. La unión exitosa de este tipo de gigantes no es sencilla, pero tampoco imposible. De hecho, otros proyectos como el de la propia Liberty con Vodafone en Holanda están siendo un éxito. En el horizonte sigue estando convertirla en el mayor operador de Reino Unido, aunque la competencia será voraz, para luego seguir monetizando el acuerdo vía dividendos o colocando una parte en Bolsa. La aprobación solo es el primer paso.