La presencia de falsos autónomos es un problema tanto en el ámbito de la Seguridad Social como en el ámbito laboral. Se trata de personas que están dadas de alta en el RETA pero, en realidad, no cumplen con los requisitos para ser autónomos puestos que su relación con su cliente es más bien una relación laboral.
Esto supone un perjuicio para el supuesto autónomo, porque debería disfrutar de todas las ventajas de una relación laboral (vacaciones pagadas, mayor protección social, etc.) y no lo está haciendo. Mientras tanto, el empresario se está ahorrando una gran cantidad de dinero en los seguros sociales que no está pagando al no tener trabajadores.
El conflicto de los riders ha sacado a relucir que la evolución de la tecnología y la aparición de nuevos negocios vinculados a la misma está dando lugar al crecimiento de la figura del falso autónomo. La Inspección de Trabajo quiere poner coto a este problema y para ello se propone aumentar las investigaciones.
5Aumentan las denuncias
La acción inspectora se lleva a cabo o bien dentro de campañas de verificación o bien por haberse producido una denuncia, y en los últimos años han aumentado las inspecciones que tienen su razón de ser en una denuncia previa procedente de los propios falsos autónomos, que son los más afectados por la situación.
Los inspectores suelen entrevistar a los falsos autónomos para conocer algo mejor su situación. Es habitual que haya preguntas sobre el horario de trabajo, sobre la autonomía, si se reciben o no órdenes del empresario, la propiedad de los medios necesarios para llevar a cabo la tarea y la asunción de los riesgos.