La presencia de falsos autónomos es un problema tanto en el ámbito de la Seguridad Social como en el ámbito laboral. Se trata de personas que están dadas de alta en el RETA pero, en realidad, no cumplen con los requisitos para ser autónomos puestos que su relación con su cliente es más bien una relación laboral.
Esto supone un perjuicio para el supuesto autónomo, porque debería disfrutar de todas las ventajas de una relación laboral (vacaciones pagadas, mayor protección social, etc.) y no lo está haciendo. Mientras tanto, el empresario se está ahorrando una gran cantidad de dinero en los seguros sociales que no está pagando al no tener trabajadores.
El conflicto de los riders ha sacado a relucir que la evolución de la tecnología y la aparición de nuevos negocios vinculados a la misma está dando lugar al crecimiento de la figura del falso autónomo. La Inspección de Trabajo quiere poner coto a este problema y para ello se propone aumentar las investigaciones.
3Es necesaria una reforma más profunda
Los expertos creen que para poder luchar contra el fraude que suponen los falsos autónomos la nueva legislación tenía que haber profundizado más. Se modificó el Estatuto de los Trabajadores para hacer referencia expresa a que los trabajadores que operan a través de plataformas digitales se presume que tienen una relación laboral.
Pero muchos creen que lo ideal hubiera sido modificar el artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores para hacer una regulación más actual de las condiciones que definen al contrato de trabajo, incluyendo las particularidades de los profesionales que trabajan a través de plataformas digitales.