Que nuestro espacio de trabajo influye en nuestro estado de ánimo y en la cantidad de trabajo que somos capaces de sacar adelante es algo que ya nadie duda. Es por ello que cada vez son más los que se animan a probar algunas de las máximas del Feng Shui para mejorar la productividad en su día a día.
Esta doctrina se viene aplicando desde hace miles de años en China y cada vez está más presente en el mundo de la decoración y la arquitectura en Occidente. Lo bueno es que puedes aplicarla a tu espacio de trabajo sin necesidad de tener que hacer grandes cambios. Pruébalo y seguro que te sorprendes con los resultados.
5La importancia de la luz
El Feng Shui defiende que para mejorar la productividad la energía debe fluir bien, y para eso es importante que los espacios estén bien iluminados. A la hora de escoger el lugar desde el que vas a trabajar, asegúrate de que cuente con una buena cantidad de luz natural a lo largo del día. Si necesitas cortinas, las largas pueden transmitirte una mayor sensación de seguridad, lo que hará que te sientas más protegido.
Recurrir a la luz artificial es inevitable, por mucha luz natural que tenga tu espacio de trabajo. Eso sí, asegúrate de usar lámparas con pantallas de colores claros y luminarias que emitan una luz potente y, a la vez, cálida. El objetivo es que puedas ver bien y te sientas a gusto.