Que nuestro espacio de trabajo influye en nuestro estado de ánimo y en la cantidad de trabajo que somos capaces de sacar adelante es algo que ya nadie duda. Es por ello que cada vez son más los que se animan a probar algunas de las máximas del Feng Shui para mejorar la productividad en su día a día.
Esta doctrina se viene aplicando desde hace miles de años en China y cada vez está más presente en el mundo de la decoración y la arquitectura en Occidente. Lo bueno es que puedes aplicarla a tu espacio de trabajo sin necesidad de tener que hacer grandes cambios. Pruébalo y seguro que te sorprendes con los resultados.
2Orienta la mesa hacia la ventana
Es posible que a medida que avance la jornada de trabajo te sientas un poco encerrado. Así que si tienes oportunidad pon tu escritorio mirando hacia la ventana. De esta forma, cada vez que levantes la cabeza podrás ver la calle y esto te ayudará a despejarte. Y también te vendrá bien para ejercitar un poco la vista y evitar que tus ojos se cansen de estar siempre mirando de cerca.
Si no es posible que tu escritorio esté cerca de la ventana y enfrente de ella, intenta colocar delante de tu mesa un cuadro de buen tamaño de algún espacio abierto que te guste. Puede ser un lago, una montaña, etc. No será lo mismo, pero te ayudará a no sentirte tan encerrado.
