Desafortunadamente, el fraude en los ERTE es algo mucho más común de lo que parece. Mientras que hay autónomos que están cumpliendo la legalidad al pie de la letra y se esfuerzan día a día para intentar que su negocio sobreviva, hay otros que han preferido la vía “fácil” y están cometiendo fraude para acceder a prestaciones y exoneraciones que no les corresponden.
Sin embargo, este tipo de conductas pueden llegar a salir muy caras, puesto que quien cobra algo que no debería haber cobrado tendrá que devolver después ese dinero si es descubierto. Si además se estima que ha habido mala fe, entonces se puede imponer una sanción.
1Las cifras del fraude en los ERTE
La Inspección de Trabajo sigue trabajando con toda la normalidad que las circunstancias le permiten, lo que implica que muchos empleadores están siendo sorprendidos haciendo algo que no deben. Por lo que respecta a los ERTE, hasta el mes de abril se habían detectado algo más de 4.800 infracciones cometidas por empleadores, ya sea empresarios o autónomos.
La infracción más habitual es mantener a los empleados en el Expediente de Regulación Temporal del Empleo pero luego obligarles a ir a trabajar, sin darles el correspondiente alta y pagar las cotizaciones y los salarios que corresponden legalmente. Algunos han encontrado en los ERTE una medida para contar con empleados a coste casi cero.
En otros casos lo que ocurre es que el ERTE es de reducción de jornada y cuando el Inspector acude al centro de trabajo se encuentra trabajando a personas que, supuestamente, no deberían estar allí en ese momento.