Cualquier emprendedor acaba convirtiéndose en un experto en ventas, pero, aún así, siempre existe un cierto miedo o nerviosismo en el momento de hacer un primer contacto con un posible cliente. La venta a puerta fría es un tema sobre el que se ha escrito muchísimo, y quién pone un proyecto en marcha tiene que conocer sus secretos.
Lo que se busca con la primera toma de contacto es romper un poco el hielo. Presentarse, presentar brevemente el producto o servicio que se ofrece, e intentar conseguir una cita para realizar una presentación comercial mucho más completa. Si la primera impresión es positiva, las probabilidades de conseguir una venta se incrementan notablemente.
2Intentar buscar referencias
Un primer contacto se vuelve mucho más sencillo si el emprendedor tiene referencias que puedan hacer que se gane la confianza de su interlocutor. Por ejemplo, si ya vendes a una empresa y existe una relación entre esa y el cliente al que quieres captar, puedes usar esto en tu beneficio.
Consultando con tus contactos puedes obtener información sobre otras empresas o personas que podrían estar interesadas en lo que ofreces. Si le dices a tu interlocutor que te pones en contacto con él porque trabajas con X y has pensado que tus productos también podrían ser de su interés, estás creando una familiaridad que te lo pondrá más fácil a la hora de concertar una cita comercial.