Lanzar un producto al mercado es un gran reto para cualquier emprendedor. Porque puede tratarse un artículo vinculado a un segmento en el que ya haya mucha competencia o, por el contrario, de algo tan novedoso que es posible que todavía no haya una demanda estabilizada. Aún así, un emprendedor siempre debe estar dispuesto a innovar.
Lo ideal es sacar al mercado productos que ya sean la versión definitiva de los mismos. Pero, en un entorno tan competitivo, prima la rapidez. Por eso, en muchas ocasiones se recurre al producto mínimo viable. Algo así como una versión beta que se pone a disposición de los consumidores y sobre la que se irán haciendo diferentes ajustes en función de cómo se comporte la demanda.
2Hay que conocer al público
El éxito de ventas de cualquier producto o servicio depende, en gran medida, de que exista una buena adaptación a las necesidades y gustos del cliente potencial. Si lanzas un producto que cubre una necesidad que es importante ahora mismo, pero el precio es muy caro, seguramente no logres vender todo lo que tenías previsto.
Cuanto mejor se conoce el perfil del público potencial de un producto o servicio más fácil es adaptar este a lo que quiere el consumidor. Esto implica adaptar la funcionalidad, la estética, el precio, y muchos otros factores. Para poder hacerlo es necesario hacer un buen estudio de mercado y, no en pocas ocasiones, habrá que preguntar directamente a los consumidores qué es lo que necesitan.