El Gobierno maniobra para limitar los salarios de los banqueros; y los sindicatos con representación en CaixaBank quieren que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) del que forma parte el Ejecutivo, que está presente en la comisión rectora, que es el segundo máximo accionista de CaixaBank, vote en contra de la subida salarial que se someterá a consideración en la próxima junta de accionistas del banco, que se celebrará el próximo 14 de mayo. También han pedido el voto en contra al presidente de la fundación Bancaria La Caixa.
La petición la han hecho en una carta enviada al FROB el 5 de mayo y al presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé. En la misiva dirigida a Fainé consideran que el ERE que quiere llevar a cabo CaixaBank tras la absorción de Bankia es “abusivo” y se quejan de que la necesidad de incluir a decenas de personas en el ERE tiene su origen en la subida salarial del presidente (se le ha triplicado el salario).
Eso sin contar las subidas de sueldo de otros directivos. “La avaricia de unos pocos supone el despido de 8.300 personas y el recorte de salarios para el resto. En CaixaBank somos más de 44.000 personas las amenazadas con el despido y con recortes sin precedentes en nuestras condiciones laborales” señalan en la carta, documento en el que piden al FROB y al máximo mandatario de la Fundación Bancaria La Caixa que “voten en sentido contrario a las subidas salariales de los directivos propuestas en la próxima junta general de accionistas del día 14 y se involucren activamente para frenar este proceso salvaje e injustificado, ya que “no son ajenos a esta situación ni pueden ser cómplices de la misma».
De este modo, las centrales expresan su queja ante la propuesta que se presentará por la entidad a los accionistas en la próxima junta en la que se someterá a votación la retribución fija total anual en metálico a abonar al consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que no variará en relación con 2020, y será de 2.261.200 euros y la del presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, que alcanzará un importe 1.650.000 euros, lo que supone más del triple de lo que percibió en Bankia, donde tenía la retribución limitada porque la entidad recibió ayudas estatales. El año pasado Goirigolzarri ganó 500.000 euros y renunció a percibir la retribución variable. En el documento explicativo “Propuesta motivada sobre la modificación de la política de remuneración del consejo de administración” consta que tanto Goirigolzarri como Gortázar pueden ver aumentado el dinero que percibirán si se alcanzar ciertas metas en lo referido a rentabilidad, eficiencia, reducción de activos problemáticos, riesgos, calidad y conducta. Así, este bonus puede llegar hasta 708.800 euros para Gortázar y 200.000 para Goirigolzarri. Además, el texto recoge que tanto el presidente ejecutivo “son beneficiarios, junto con los miembros del Comité de Dirección y resto del equipo directivo y empleados clave de la Entidad, del plan de incentivos anuales condicionados vinculados al Plan Estratégico 2019-2021 del Grupo CaixaBank. Este plan, que fue aprobado por la junta general de accionistas de 5 de abril de 2019, permite al consejero delegado y al presidente ejecutivo percibir, transcurrido un
De este modo, las centrales expresan su queja ante la propuesta que se presentará por la entidad a los accionistas en la próxima junta en la que se someterá a votación la retribución fija total anual en metálico a abonar al consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que no variará en relación con 2020, y será de 2.261.200 euros y la del presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, que alcanzará un importe 1.650.000, lo que supone más del triple de lo que percibió en Bankia, donde tenía la retribución limitada porque la entidad recibió ayudas estatales. El año pasado Goirigolzarri ganó 500.000 euros y renunció a percibir la retribución variable. En el documento explicativo “Propuesta motivada sobre la modificación de la política de remuneración del consejo de administración” consta que tanto Goirigolzarri como Gortázar pueden ver aumentado el dinero que percibirán si se alcanzar ciertas metas en lo referido a rentabilidad, eficiencia, reducción de activos problemáticos, riesgos, calidad y conducta. Así, este bonus puede llegar hasta 708.800 euros para Gortázar y 200.000 para Goirigolzarri. Además, el texto recoge que tanto el presidente ejecutivo “son beneficiarios, junto con los miembros del Comité de Dirección y resto del equipo directivo y empleados clave de la Entidad, del plan de incentivos anuales condicionados vinculados al Plan Estratégico 2019-2021 del Grupo CaixaBank. Este plan, que fue aprobado por la junta general de accionistas de 5 de abril de 2019, permite al consejero delegado y al presidente pjecutivo percibir, transcurrido un
De este modo, las centrales expresan su queja ante la propuesta que se presentará por la entidad a los accionistas en la próxima junta en la que se someterá a votación la retribución fija total anual en metálico a abonar al consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que no variará en relación con 2020, y será de 2.261.200 euros y la del presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, que alcanzará un importe 1.650.000 euros, lo que supone más del triple de lo que percibió en Bankia, donde tenía la retribución limitada porque la entidad recibió ayudas estatales. El año pasado Goirigolzarri ganó 500.000 euros y renunció a percibir la retribución variable. En el documento explicativo “Propuesta motivada sobre la modificación de la política de remuneración del consejo de administración” consta que tanto Goirigolzarri como Gortázar pueden ver aumentado el dinero que percibirán si se alcanzar ciertas metas en lo referido a rentabilidad, eficiencia, reducción de activos problemáticos, riesgos, calidad y conducta. Así, este bonus puede llegar hasta 708.800 euros para Gortázar y 200.000 para Goirigolzarri. Además, el texto recoge que tanto el presidente ejecutivo “son beneficiarios, junto con los miembros del Comité de Dirección y resto del equipo directivo y empleados clave de la Entidad, del plan de incentivos anuales condicionados vinculados al Plan Estratégico 2019-2021 del Grupo CaixaBank. Este plan, que fue aprobado por la junta general de accionistas de 5 de abril de 2019, permite al consejero delegado y al presidente ejecutivo percibir, transcurrido un determinado periodo un número de acciones de CaixaBank, siempre que se cumplan los objetivos estratégicos y los requisitos previstos en el plan. Asimismo, se señala que “se realizará una aportación definida total cada año de 500.000 euros para la cobertura de las contingencias de jubilación, fallecimiento e incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez de Gonzalo Gortázar”, que es el consejero delegado de CaixaBank.
RESPONSABILIDAD EN EL AJUSTE
En el texto, las centrales reclaman al número uno de la Fundación Bancaria La Caixa que no se desentienda del proceso abierto en CaixaBank, que se presenta duro si la entidad no cede en sus pretensiones y que pueden provocar por primera vez en décadas que haya conflictividad social en una entidad que incluso en lo peor de la crisis bancaria abierta en 2007 con las subprime mantuvo una gran imagen como entidad cuando el sector tiene la reputación por los suelos.
“El propietario mayoritario es una Fundación con elevados valores. CaixaBank siempre ha sido, es y tiene que seguir siendo un banco diferente de los demás”, dijeron en relación a la Fundación y CaixaBank. “El propietario mayoritario, que es una Fundación con elevados valores de justicia social, no puede permitir la supremacía del dinero por encima de los valores, como no lo permite su fundación en todos los programas que pone en marcha cada año y que ayudan a millones de personas en todo el mundo”, recalcan en la carta dirigida al número uno de la Fundación Bancaria La Caixa. “Por todo lo dicho anteriormente, les solicitamos que voten en sentido contrario a las subidas salariales de los directivos propuestas en la próxima junta general de accionistas del día 14 y que se involucren activamente para frenar este proceso salvaje e injustificado, ya que la fundación, como accionista principal, no es ajena a esta situación ni puede ser esta organización cómplice de la misma». Ahora la pelota está en el tejado de Fainé.
En cuanto al FROB, los sindicatos le reclaman que voten en contra de la subida salarial de los directivos de CaixaBank porque consideran que «el dinero de los contribuyentes que sirvió para el rescate de Bankia no puede servir ahora para que los directivos se aumenten el sueldo», señalan en referencia a CaixaBank. Es un mensaje directo al Gobierno para que cumpla con aquel lema de la época de Felipe González: «Hechos y no palabras.
Los receptores pueden ser varios, pero las dos ministras que se han mostrado más combativas con el tema de las subidas salariales de los directivos cuando hay grandes recortes de empleo son la de Economía, Nadia Calviño, y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
El Gobierno quiere poner coto a los salarios de los directivos pero está por ver si primero si puede y luego si quiere o finalmente se queda en meras palabras o en una actuación sin cambios relevantes. De ahí la presión sindical al FROB, en el que Gobierno está presente. «Los sindicatos de CaixaBank, les queremos recordar que queda bajo su responsabilidad el uso y destino que van a tener los 24.000 millones de rescate que el FROB aportó para el rescate de Bankia, de los cuales sólo ha recuperado poco más de 3.000 millones», apuntan añadiendo una carga de profundidad con destino al Gobierno por medio de un mensaje al FROB: «El uso de esta gran cantidad de dinero proveniente de las contribuciones al erario público de los trabajadores de este país no puede servir para destruir empleo de calidad en empresas que están generando 2.000 millones de beneficios anuales». No puede servir «para echar a la calle a 8.300 contribuyentes, para triplicar los sueldos millonarios de los directivos y hacer recortes abusivos en las condiciones laborales de los trabajadores», indican las centrales sindicales.
Los sindicatos sangran por la herida del dinero que se ha ido por el desagüe en el rescate de Bankia. Lo muestran recordando que “con la reestructuración planteada en CaixaBank, ya es la tercera vez que se paga por lo mismo. En esta ocasión, la ciudadanía y el FROB, como partícipe, pagamos en forma de prestaciones de desempleo, cotizaciones a la seguridad social y pérdida de productividad”. La carta al FROB termina de un modo muy similar al empleado en la carta a Fainé. “Les solicitamos que voten en sentido contrario a las subidas salariales de los directivos propuestas en la próxima junta general de accionistas del día 14 y que se involucren activamente para frenar este proceso salvaje e injustificado, ya que no son ustedes, en representación del FROB, ajenos a esta situación ni puede este organismo ser cómplice de la misma”. La pelota también está en el tejado del Gobierno después de este mensaje enviado al FROB.
La próxima junta de accionistas de CaixaBank se presenta muy caliente. La temperatura puede ir aumentando con el paso de los días conforme. Después del periodo informal de negociación, el día 11 empezará el periodo formal de negociación del ERE (30 días) y en función de cómo se den las cosas en las mesas de negociación, los sindicatos tendrán un discurso más o menos suave en las intervenciones que harán en la junta de accionistas, según deslizaron fuentes de los representantes de los trabajadores consultadas por MERCA2.