Entre las diferentes habilidades y capacidades que debe tener un emprendedor siempre se menciona el liderazgo. Sin embargo, no siempre quién está al mando tiene todo el poder que debería. Un líder débil no está capacitado para tomar las mejores decisiones ni sabe cómo manejar a su equipo.
Por eso, si tienes personas a tu cargo, es hora que hagas una evaluación de tus capacidades y conozcas cómo es tu tipo de liderazgo. Si resulta que es débil, es momento de empezar a hacer cambios para conseguir convertirte en un ejemplo a seguir para los demás y que así te resulte más fácil llevar tu negocio hasta el éxito.
1Si eres un líder débil, tu equipo estará quemado
El efecto burnout, estar quemado por el trabajo, es una de las causas más habituales de malestar en el trabajo. De hecho, lo sufren hasta los autónomos, y ya está reconocido como enfermedad profesional. Si notas que en tu equipo de trabajo hay demasiadas personas con este problema, empieza a valorar que quizá la causa seas tú.
Puede que estés sobrecargando de tareas a tus empleados, o que estés castigando mucho los errores y premiando poco los aciertos. El talento de tus empleados es de vital importancia para el éxito de tu negocio, y si no los tratas bien aumentarán los niveles de absentismo laboral, incluso puede que más de uno y de dos decidan marcharse a trabajar a otro sitio.