El huevo frito es uno de esos alimentos recurrentes que gusta a casi todos y que puede ser un buen recurso cuando no tienes ganas de elaborar otros platos más confeccionados. Son rápidos y están muy buenos, pero no se puede decir que sean fáciles de hacer. A pesar de los pasos tan simples de la receta, darles el punto adecuado no es nada sencillo.
Aunque esto también genera conflicto entre comensales, a la mayoría le gustan esos deliciosos huevos fritos con puntillas. Eso extraordinarios bordes dorados, crujientes y que tienen ese sabor tan especial. Hacerlos así sin que la yema se seque o sin que el resto del huevo sea un desastre necesita de su destreza. Pero con estos trucos y consejos serás todo un experto en esta receta tan popular…
7No a los experimentos
No juegues a ser Ferran Adrà. El huevo frito está mejor si se hace de la forma tradicional, como se ha venido haciendo siempre.
Usar el microondas para freír el huevo y querer que quede con puntillitas es un error. No uses métodos innovadores para hacerlo, la mejor forma es en sartén.
Además, lo que hacen algunos chef de separar la yema y la clara para freírlas por separado, tampoco es una opción recomendable.
Nada de eso hará que tengas un huevo frito especial, todo lo contrario. Tal vez el aspecto sea atractivo, pero no quedará como los huevos que recuerdas de tu infancia.
Y, por cierto, como recomendación final, no deberías dejarlo demasiado tiempo frito antes de comerlo. Es mejor hacerlo cuando está recién hecho. Cuando enfría o la yema empieza a cuajar, no estará tan bueno…