La tortilla de patatas es una de las joyas gastronómicas de la cocina española. Varias zonas de España se disputan sustentar el honor de haber sido sus creadores. Y no solo genera disputas por eso, también es otro de esos alimentos que dividen a la población: los que la prefieren más cruda y jugosa vs los que la prefieren más hecha, a los que les gusta con cebolla vs a los que la prefieren sola, los que pican las patatas de una forma o de otra, etc.
Otros también se atreven a experimentar con otros ingredientes como el pimiento, el chorizo, y un largo etc. Algo que genera la ira de muchos puristas de este plato en las redes sociales. Pero, sea como sea, a todos les une una cosa, y es el hecho de estar de acuerdo en que es todo un manjar si se prepara adecuadamente…
2Mala proporción entre el huevo y la patata
Uno de los peores errores que se pueden cometer al preparar una tortilla de patatas, además de agregar ingredientes que no suelen ser habituales y que alteran el resultado final, es emplear una mala proporción entre los dos ingredientes esenciales: huevos y patatas.
Cuando una tortilla de patatas tiene demasiadas patatas, se quedará muy seca, además de que corre el riesgo de desmoronarse. Si tiene demasiado huevo, tampoco se consigue la textura y el sabor que se espera, ya que el sabor de la patata brillará por su ausencia.
Por tanto, es fundamental que la proporción para tu tortilla de patatas sea la correcta. Para que eso sea así, deberías de poner 8 huevos por cada 1 kg de patatas. Si vas a agregar cebolla, para esta proporción, lo ideal sería 1 única cebolla.