Desde que comenzó la crisis económica asociada al coronavirus hemos oído hablar con bastante frecuencia de las empresas zombie, un término que también se puede aplicar a los autónomos y que hace referencia a profesionales o entidades que carecen de recursos suficientes para subsistir por sí mismos y solo siguen operando gracias a las ayudas públicas.
Se estima que una vez que desaparezcan medidas como el cese de actividad, los ERTE y las ayudas directas, se producirá el cierre de miles de empresas y la baja en el RETA de un número considerable de autónomos, porque su situación económica ha llegado a un punto de no retorno.
6Sin ayudas públicas
Tener un negocio inviable económicamente siempre es un problema, pero todavía más en la actualidad. Ya sabemos que las ayudas directas que se van a otorgar con los fondos europeos estarán vetadas para los negocios inviables, pero resulta extremadamente complicado determinar qué negocios seguirán siendo viables dentro de unos meses, porque ahora mismo hay muchos sectores afectados por la crisis.
Por el momento, la única forma que se ha encontrado para demostrar la viabilidad es poder acreditar que en 2019, antes de la pandemia, el negocio funcionaba en condiciones de normalidad. Pero, claro, esto dejará fuera de las ayudas a negocios que se crearon en 2019 y que no tuvieron tiempo de llegar a ser rentables, aunque sí tengan viabilidad. Las empresas zombie suponen, en definitiva, un importante problema en el momento actual, y su identificación no es nada sencilla.