domingo, 24 noviembre 2024

Sánchez quiebra España

Este artículo no trata sobre la división entre españoles, la ruptura con la herencia de la Transición o la quiebra del estado de derecho y de la independencia judicial que el gobierno de Sánchez y Podemos está perpetrando desde las más altas instituciones del Estado.

No, la palabra «quiebra» hace referencia a la posibilidad real de que nuestro país se declare en bancarrota por las malas políticas del gobierno. No sería una novedad ya que, a lo largo de su historia, España se ha declarado en quiebra en 13 ocasiones pero Sánchez tendría el dudoso honor de provocar la primera en más de un siglo.

Si analizamos las causas que provocaron esas quiebras encontramos la elevada deuda, las malas decisiones políticas y unos gobernantes con ambiciones desmedidas. ¿Les suena?

Las malas, contradictorias, arbitrarias, y sectarias decisiones del gobierno permitirían escribir no ya un artículo o un libro sino toda una enciclopedia del disparate y el despotismo.

Por ello, centrémonos en la deuda. En 2020, la deuda pública española alcanzó los 1,3 billones de euros, la cifra más alta desde la guerra de Cuba. En sólo un año, la deuda se incrementó en 122.439 millones de euros y escaló hasta suponer el 117,1% del PIB.

Para entenderlo mejor, el incremento de la deuda del año 2020 se «comería» por si solo el 88% de los fondos de recuperación que nuestro país recibirá de la Unión Europea.

Esto si asumimos, como pretende hacernos creer Sánchez, que los 140.000 millones de euros que recibirá España son a fondo perdido.  La realidad es bien distinta ya que 70.000 millones de euros de esos fondos son créditos, por tanto más deuda que hay que devolver.

Dicho de otro modo, las ayudas directas que recibirá España de la Unión Europea solo cubrirían la mitad del incremento experimentado por la deuda española en 2020 si pudiesen emplearse para amortizar deuda que no es el caso.

Un ejemplo más de que cuando Sánchez fía toda la recuperación al «maná europeo» no es más que una «cortina de humo» para intentar ocultar la grave situación que atraviesa nuestra economía.

Y la realidad no es otra que, con este abultadísimo ratio de deuda sobre PIB, España  no podría responder ante sus acreedores con la totalidad de su riqueza y por tanto, podemos decir que roza la quiebra técnica.

Una quiebra que podría conllevar suspensión de pagos si el Banco Central Europeo abandona su política de compras masivas de deuda– por ejemplo, el año pasado compró la práctica totalidad de la deuda emitida por España- provocando una subida de los tipos de interés que ahora se encuentran en mínimos históricos.

Y, ¿qué ha hecho el gobierno de Sánchez y Podemos para reducir el riesgo de quiebra y suspensión de pagos de España?

Duplicar el número de cargos de confianza y el gasto en bebidas alcohólicas para el Falcón en el que el Presidente acude a eventos privados, otorgar subvenciones millonarias a empresas chavistas como Plus Ultra y comprar cintas de correr o pagar la vivienda y las compras en el supermercado de varios ministros.

Mientras, el Ingreso Mínimo Vital no llega a todos los potenciales beneficiarios, las ayudas a autónomos y empresas son insuficientes y la deuda bate récords históricos.

Estas son las prioridades reales de un gobierno que pretende quebrar nuestra democracia y nuestra economía. Afortunadamente, como dijo el insigne almirante Blas de Lezo, «Una nación no se pierde por que unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden» y somos muchos los que amamos España y estamos dispuestos a defenderla de los ataques de este gobierno.


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