Decir Alberto Chicote es pensar irremediablemente en ‘Pesadilla en la cocina’. Después de más de ocho años mostrando a la audiencia los desmanes de los restaurantes y bares que han salido en el programa, el éxito parece asociado a su propuesta. O no. Porque no todos los negocios que dieron la bienvenida al televisivo chef han remontado el vuelo. Algunos de estos fracasos de Alberto Chicote han sido tan mediáticos como sus correspondientes episodios de suciedad, malas formas y degradación de la profesión. Hoy visita ‘El Hormiguero’ para presentar su nuevo libro de recetas «Cocina de Resistencia. Las mejores recetas para no desperdiciar nada» que sale a la venta el próximo 28 de abril.
3La sidrería La Habana, en Gijón, cerró antes de la emisión
La dinámica de la gran obra de Alberto Chicote para televisión, Pesadilla en la Cocina, parte de una premisa: el invitado de hoy a ‘El Hormiguero’ se presenta en el susodicho negocio para salvarlo de una deriva de decadencia y ruina. Y lo hace con los conocimientos en gestión y marketing del chef Chicote, que durante más de dos décadas ha llevado al éxito a algunos restaurantes de referencia en Madrid.
Para ello, cámara y equipo al hombro, muestra a los espectadores todo lo que se encuentra supuestamente cuando llega: luchas, suciedad, mala gestión… La base está en generar imágenes impactantes y dinámicas negativas para que los espectadores se enganchen. Después de los momentos de crisis, y hablar Chicote con todos, hace la renovación y hace obrar el milagro de que todo va bien. O no. Porque como en el caso de la sidrería La Habana, en Gijón, la diferencia entre grabación y emisión dio uno de los más sonoros fracasos del chef: cuando se emitió ya había cerrado.