Las certezas sobre el calentamiento global y el cambio climáticos son inamovibles. La sociedad en su conjunto no se cuestiona estos temas, salvo algunos negacionistas sin peso específico. En el caso de las empresas, han tomado medidas para acelerar la transición ecológica, pero algo deben mejorar, sobre todo en los procesos de comunicación, porque gran parte de la ciudadanía no confía en estas acciones.
Así se desprende de un estudio realizado por la plataforma de investigación de mercado Appinio. Uno de los datos más preocupantes, al menos para las empresas, es que un 56% de los encuestados considera que cada vez más marcas fingen preocuparse por el medio ambiente, lo que ha llevado al surgimiento de términos como el ‘greenwashing’ o acciones de ‘marketing verde’.
Según esta encuesta, 9 de cada 10 españoles cree en el cambio climático. Este dato pone de manifiesto el creciente aumento de la conciencia social respecto a los problemas ambientales. Hace unos años, alcanzar esta cifra sería algo impensable. A la hora de argumentar su respuesta, un 89% está de acuerdo en afirmar que hay una evidencia científica de que las actividades del ser humano están dañando el planeta, y un 88% afirma que se necesita un cambio global en las políticas climáticas, con el fin de minimizar el cambio climático.
En cuanto a la percepción de los ciudadanos con respecto al compromiso de las entidades en nuestro país, un 77% de los españoles considera que los políticos son los menos comprometidos con las cuestiones ambientales, seguidos de los inversores y el sector financiero (74%). En el lado opuesto se encuentran las ONGs (81%) y los Organismos de Investigación (75%) las mejor consideradas.
LA RELACIÓN CON LAS MARCAS
Al mismo tiempo que ha aumentado esta conciencia ecológica, nuestro comportamiento se ha visto alterado a la hora de adquirir cualquier producto, influenciado por este cambio de percepción con respecto al medio ambiente, surgiendo un nuevo perfil de consumidor más consciente. En este sentido, un 80% considera que en los últimos años se ha vuelto más importante que las marcas se involucren en cuestiones medioambientales.
Al comprar un producto, un 81% de los consumidores ha afirmado que alguna vez ha comprobado si la empresa es respetuosa y está comprometida con el medio ambiente. Por el contrario, un 20% ha afirmado que nunca comprueba si la empresa es respetuosa con el medio ambiente.
Más allá de los comportamientos de la población como consumidores, esta percepción con respecto a los problemas derivados del impacto ambiental de la actividad humana se ha traducido en un cambio de los hábitos en diversos ámbitos. Apagar la luz al salir de una habitación (97%), hacer uso de los contenedores de reciclaje (91%) o reducir el consumo de plásticos de un solo uso (87%) son las actividades más realizadas por los encuestados para reducir este impacto.
Cuando preguntamos por la intención de cambiar aquellas acciones que que actualmente no se están llevando a cabo para minimizar nuestra huella ecológica, un 64% tiene como objetivo aumentar el uso de medios de transporte más respetuosos, como las bicicletas eléctricas o los coches eléctricos o híbridos. Por su parte, un 65% de los encuestados estaría dispuesto a hacer un mayor uso de la energía verde, como es el caso de la energía solar.