Las deducciones son uno de los temas que más enfrentan a los autónomos con la Agencia Tributaria, porque la normativa actual no contempla la realidad de los profesionales por cuenta propia y, en consecuencia, estos se encuentran con que no pueden desgravarse una parte importante de los gastos asociados a su actividad.
De hecho, se calcula que los profesionales dados de alta en el RETA pierden cada año unos 5.000 millones en deducciones por no poder desgravarse todos los gastos que están relacionados con su actividad. Y no pueden hacerlo porque no hay una regulación clara con respecto a este tema.
2Un agravio comparativo importante
La cosa se complica todavía más al comparar la situación con los autónomos con la de las sociedades mercantiles. Mientras que un profesional dado de alta en el RETA tiene problemas para desgravarse algo tan sencillo como la factura de un parking público, porque tendría que poder demostrar que este estacionamiento está relacionado única y exclusivamente con su trabajo, con una sociedad no ocurre.
Una entidad mercantil se puede desgravar con total tranquilidad los tickets de parking sin ningún problema, y lo mismo ocurre con las líneas de teléfono móvil, la gasolina, la dietas, etc. Esto es así porque la Ley del Impuesto de Sociedades es más “permisiva” con las deducciones que la legislación sobre IRPF.