¿Quién se puede resistir a un buen plato de patatas fritas? Ya sean doradas con sal o acompañadas de infinitas salsas, la papa frita es una de esas comidas que gusta tanto a adultos como a niños. Ahora bien, a pesar de que para muchos es el alimento preferido, comer muy a menudo y en grandes cantidades implica irremediablemente coger algún kilo de más. ¿Es posible cocinar patatas que no sea al horno o al microondas y que sea saludables? Lo cierto es que sí, y es más fácil de lo que piensas. Además, tal y como vamos a ver a continuación, no existe una única forma de conseguir las ansiadas patatas fritas perfectas que no engordan.
¿Y realmente son patatas fritas? Pues sí, las tres propuestas que recogemos al final del artículo incluyen tres formas distintas de freír patatas sin que estén grasientas y sin que nuestra conciencia lamente el capricho.
3MODO PARA HACER PATATAS FRITAS MÁS
SALUDABLES
Una vez comprendido cuál es el origen de por qué las patatas fritas son tan calóricas, veamos el mejor método para que no engorden. El truco consiste en cocerlas previamente en agua ya cortada en tiras. Eso sí, no se deben cocer completamente, solo unos minutos, lo suficiente para comprobar si reblandece su interior. En ese punto, que podemos comprobar con el propio tenedor, se sacan y se escurren bien antes de introducirlas en el congelador. Al congelarlas hay que mantenerlas separadas para que cada una mantenga el agua absorbida en el momento de hacerlas.
Cuando este llegue, se deben verter sobre aceite de oliva no refinada que esté muy caliente durante unos pocos minutos. Así se consigue que el exterior esté crujiente y dorado y el interior más blando, sin que absorba tanto aceite. La sal, en todo momento, al final, una vez ya doradas.