Maxi Iglesias lleva casi dos décadas delante de las cámaras. Y aún así sigue cosechando éxito tras éxito. Eso sí, siempre que se le pregunta en las entrevistas para promocionar su trabajo del momento, insiste en que le gustaría hacer otro tipo de papeles y no encasillarse en el rol de chico guapo conquistador. Hasta ahora, pocos han sido los personajes que ha interpretado que se han alejado de cualquier carga de tensión sexual no resuelta. Para él es un pequeño ‘drama’ que confía superar con el paso de los años y que las propuestas vayan más allá de ser un ‘ligón’. Por ahora, el último proyecto en España, ‘La cocinera de Castamar’, sigue esta dinámica, multiplicada.
Resulta llamativo que el actor madrileño sea tan emparejable en la pantalla y haya conseguido ser un misterio en lo personal. Apenas se le conocen relaciones estables, y se muestra siempre muy reticente a hablar de su corazón. En los photocalls y alfombras rojas suele ir sólo o con algunos compañeros de reparto. Sólo algunos de los más avezados paparazis han conseguido alguna instantánea de un paseo romántico por su barrio.
2EN ‘LOS PROTEGIDOS’ OTRA VEZ COMO CHICO GUAPO QUE SE ECHA NOVIA
El final de ‘Física o Química’ supuso para toda una generación de espectadores un drama. Sin embargo, para Maxi Iglesias fue el inicio de una larga y prolífica carrera como actor tanto en España como en Latinoamérica y Estados Unidos. Al año de finalizar la emisión, ya volvía a aparecer en pantalla en la serie de Antena 3 ‘Los Protegidos’, una suerte de jóvenes con ciertos poderes sobrenaturales. Como no podía ser de otra forma, terminó enredado sentimentalmente con otra de las protagonistas. En este caso con Ana Fernández. De nuevo, la misma rutina de chico simpático, que guarda secretos y que encuentra en su chica un apoyo para seguir adelante. ¿No iba a terminar nunca ese encasillamiento?