Cuando ha pasado más de un año desde el inicio de la pandemia, las consecuencias sanitarias han sido dramáticas, pero no menos las económicas y laborales. Miles de personas han tenido que cerrar negocios, refugiarse en ERTEs o sobreviviendo con el ingreso del paro. Sin embargo, muchos de ellos ni siquiera han recibido a tiempo esa liquidez. Vamos a ver los motivos por los que han pasado.
Si el 2020 fue duro, el comienzo de 2021 lo ha sido más con la tercera ola de la Covid, la borrasca Filomena, el retraso en las vacunaciones y para colmo el ciberataque hace poco del SEPE. Una tormenta perfecta para que las cosas se tornen cada vez peor y tengan como consecuencia retrasos en los pagos en el mejor de los casos o no recibir la ayuda en el peor.
1¿Luz al final del túnel? Puede ser, pero…
«Marzo pone fin a un trimestre duro». Son declaraciones de la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño. Por primera vez en mucho tiempo ha bajado el paro, pero la cifra sigue siendo dramática, con casi 4 millones de parados. Las afiliaciones a la Seguridad Social han ido de menos a más, tras el duro invierno, el fin de la tercera ola y el avance lento, pero continuado, de la vacunación.
Sin embargo, a pesar de los brotes verdes, la situación sigue siendo muy grave y una de las pruebas fehacientes de ello es el retraso en el cobro del paro, imprescindible para la mayoría a la hora de sobrevivir. El ciberataque al SEPE fue la puntilla para que tales retrasos, dejando sin funcionamiento el organismo durante casi una semana. Veamos por qué.