«Los anunciantes más top del Ibex 35 se vuelven locos por aparecer de alguna forma en el entorno del informativo presentado por Vicente Vallés«, explica medio en serio medio en broma una fuente cercana a la compañía (y a los anunciantes) acerca del nuevo éxito televisivo del momento. Pero la realidad ya ha superado a la ficción. Así, el telediario presentado por una de las figuras informativas del momento, también se ha convertido en una pasarela para los máximos ejecutivos de las principales compañías de España.
El grupo por el momento es pequeño, pero increíblemente radiante. Una lista en la que destacan nombres como el de José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica; Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola; José Bogas, consejero delegado de Endesa; o Javier Sánchez-Prieto, presidente ejecutivo de Iberia. Con pocas excepciones, que irán apareciendo próximamente, las figuras están entre lo más granado del mundo empresarial español hasta el punto de que son los máximos responsables de unas firmas cuyo valor conjunto en bolsa supera los 127.000 millones de euros. Aunque hay más como el caso de la consejera delegada del gigante asegurador AXA, Olga Sánchez.
Además, la alta demanda de esos gigantes, y otros, por aparecer en el Prime Time de Antena 3 ha posibilitado crear un tipo de publicidad a su medida. De hecho, en eso consiste la acción ‘Un año en primera línea’ ideada por el equipo publicitario de Atresmedia. Un espacio que se expone en el momento culmen de audiencia del canal, entre el informativo de Vallés y el comienzo de El Hormiguero, en el que no se vende nada más allá de la imagen corporativa (ese concepto, tan importante, de valor de marca) acomodado a los esfuerzos y la ‘buena’ gestión ejecutada para combatir la pandemia.
UNA PUBLICIDAD A MEDIDA EN EL ALTAVOZ MÁS CRÍTICO CON EL GOBIERNO
Así, la frase utilizada por cada uno de los altos ejecutivos que han formado parte de esa acción publicitaria se encuadra en ese buen hacer para la sociedad que ha ejecutado cada una de ellas. «Iberia ha volado a sitios donde no había volado nunca», explicaba en dicho espacio Sánchez-Prieto sobre los más de 150 vuelos de material sanitario y de repatriación ejecutados por la compañía. «Seguimos con nuestro reto de responsabilidad ante la sociedad», argumentó Bogas, mientras que Pallete (más emocional) señaló acerca del papel de Telefónica que «no podíamos fallar cuando más se nos necesitaba».
Pero una publicidad es una publicidad. Así, cada interviniente ha encaminado su mensaje hacía su propio terreno, obviamente. De hecho, no es casual que Sánchez Galán señalase que «se puede vivir en las ciudades sin humos» a la vez que ha presentado el proyecto más ambicioso de puntos de recarga para vehículos de España y casi de Europa. Tampoco que Pallete apostase en su intervención por incrustar el mensaje de «hacer un mundo más humano» aunque eso sí a través de «conectar [mejor si la red la pone Telefónica] la vida de las personas».
Aunque lo que también resulta curioso es que esa acción publicitaria de los grandes del Ibex para vender su ‘buena gestión’ utilice de altavoz el espacio informativo que más ha logrado visibilizar que la diligencia del Gobierno, presidido por Pedro Sánchez, ha sido tan ineficiente como incapaz durante la pandemia. También en la que la figura predominante, el propio Vallés, se ha convertido en el enemigo número uno de aquellos que son (o dicen serlo) a su vez enemigos de esas grandes firmas, la izquierda más radical.
VALLÉS LA FIGURA INFORMATIVA DEL MOMENTO
De hecho, el propio Vallés ha sido objeto de un continuado escarnio público no solo por parte de un ala mediática, la izquierda, sino incluso por políticos con nombres y apellidos y, en algún caso, con un cargo en el Gobierno. De hecho, el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, llegó a llamarle «presunto periodista» en una entrevista en RNE. La actuación de Pablo Echenique fue a más hasta el punto de que llegó a escribir que «en realidad lo que le pasa a Vicente Vallés es simple y es lo mismo que le ocurre a toda la derecha y la ultraderecha: Le produce sarpullido que las cloacas no consiguieran su objetivo y Unidas Podemos esté en el gobierno. Está en su derecho, pero que no lo llamen «informativos».
Probablemente sea coincidencia, o quizás no, pero nunca había tenido tanto sentido eso de que ‘el enemigo de mis enemigos es mi amigo’. Y, es que, el argumentario de Vallés a la hora de criticar al Gobierno junto a dos catalizadores de audiencias de primer nivel, como Pasapalabra y El Hormiguero (cuyo máximo anunciante es Banco Santander), han convertido esa franja horaria en un éxito cada vez mayor y sin precedentes. De hecho, el abismo de cuota que separa el telediario de Antena 3 del presentado por Pedro Piqueras en Telecinco nunca ha sido tan grande como cerró en este pasado mes de marzo.
Así, Antena 3 cerró marzo con los informativos líderes y más vistos de la televisión (2.841.000 y 19,7%). En concreto, el informativo de Vallés es el más visto de la TV con una media en marzo de 3,7 millones y con su mejor cuota en 14 años (21,6%). Pero no solo es mérito del presentador, sino también de los programas que le acompañan. Pasapalabra y El Hormiguero cerraron el mes como el mejor de su historia en cuota de pantalla con un 25,1% y un 17,5%, respectivamente.
Un caramelo en forma de audiencia, repercusión mediática y un público muy diferenciado y amplio, desde el gran público a otro de nivel más alto, al que ninguna gran compañía quiere renunciar. De ahí el éxito sin precedentes de Vallés y Atresmedia que no solo ha logrado convertir su informativo más importante en el más visto y seguido, sino también en el referente número uno para las empresas más importantes del país. Que continué el desfile.