Xiaomi, Huawei, Vivo, Oppo, Realme, OnePlus… la presión de los fabricantes chinos ha llevado a la compañía coreana LG a dejar su negocio de telefonía móvil. En concreto, el consejo de administración de LG Electronics ha aprobado cerrar este unidad de negocio después de varios años de pérdidas, según ha anunciado este lunes la compañía.
Esta decisión, según señala el fabricante, le permitirá dedicar más recursos a otras áreas en crecimiento, como componentes de vehículos, dispositivos conectados, robótica e inteligencia artificial. Aunque gran parte del motivo real es que los coreanos se habían quedado sin posibilidades reales de poder competir en este segmento. Desde hace años la pujanza china, sobre todo en otros mercados, se había convertido en algo inalcanzable para los demás. Y los resultados se pagan ahora.
De este modo, LG no lanzará nuevos modelos de smartphones al mercado, aunque sus telefónos ya producidos seguirán estando disponibles para su compra y con todas las funcionalidades actuales de aplicaciones de terceros intactas.
Asimismo, LG seguirá dando soporte a los usuarios de productos móviles, prestando la atención al cliente postventa habitual y respetando la política actual de actualizaciones de software y sistema operativo. Se mantendrá además la garantía estipulada para los usuarios y se seguirán proporcionando accesorios y piezas de servicio para los modelos existentes.
La compañía ha comunicado que la fecha efectiva del cierre de su negocio de telefonía móvil está prevista para el 31 de julio de este año. Pese a esta decisión, LG seguirá desarrollando tecnologías relacionadas con el sector móvil, como el 6G, para fortalecer su competitividad en otras áreas de negocio.
«Todas las tecnologías principales desarrolladas durante las dos décadas de operaciones de LG en el sector móvil se mantendrán y aplicarán a productos actuales y futuros», ha subrayado la empresa en un comunicado.