Desde hace un tiempo asistimos a un auge de los alimentos fermentados. El proceso en sí no es novedoso, pues se hace desde principios del siglo XX y supuso menores pérdidas económicos y menores infecciones. Lo que es una novedad es que los alimentos fermentados se hayan convertido en una tendencia gastronómica. Uno de estos alimentos es el kéfir, un probiótico con origen en el Cáucaso hace ya unos cuantos siglos. Pero ¿qué es el kéfir y que es lo que ha hecho que se haya introducido tan bien en nuestro día a día? ¿son ciertos todos los beneficios que le atribuyen?
3¿Qué beneficios se le atribuyen?
El kéfir es rico en vitamina B12, K2, calcio, magnesio, folato, enzimas y probióticos y se le atribuyen muchos beneficios nutricionales. Se cree que controla el apetito y por lo tanto ayuda a prevenir o evitar el sobrepeso. También mejora la salud ósea, la piel, las alergias fortalece el sistema inmunológico y se estudia su efecto en la prevención de algunos cánceres (el de mama o el de pulmón entre otros). Sin embargo, sólo es posible confirmar el papel que tiene sobre el tránsito intestinal, especialmente en los estados patológicos, y tras el tratamiento con antibióticos de manera prolongada. En el resto de casos, hay evidencias pero todavía muy pocas están contrastadas científicamente.