Estos elementos de protección se han transformado en un complemento más para todas las personas. Por eso, muchas marcas han aprovechado para hacer negocio lanzando sus propias mascarillas, aunque no todas son tan fiables y seguras como las mascarillas FFP2. Éstas se han convertido en la opción más segura, pero tampoco están libres de inconvenientes.
Uno de los problemas más importantes del uso masivo de mascarillas en todo el mundo es la cantidad de residuos que se están generando. Algo que afectará al medioambiente de forma considerable. En cambio, nuevamente científicos españoles del CSIC han desarrollado una idea que aúna lo mejor de las FFP2 y el respeto por el medio con una línea biodegradable.
2El problema medioambiental de las mascarillas
Las mascarillas y guantes, así como otros elementos EPI, son muy necesarios ya que te protegen de infectarte con el Covid-19. Pero, su uso masivo por todo el mundo y la eliminación incorrecta por parte de algunas personas, están causando verdaderos estragos medioambientales.
Cuando se tiran en las calles, carreteras, parques, etc., las lluvias y los torrentes de agua suelen arrastrarlas hasta los ríos, y de estos terminan en los mares. Toneladas y toneladas de desechos que tienen un impacto directo en el medio y animales, pero que también pueden pasar a la cadena alimenticia, afectando a las personas.
Se estima que miles de millones de mascarillas y guantes han terminado en la naturaleza o en los mares desde el inicio de la pandemia. De hecho, algunas organizaciones, como Operación Mar Limpio, han encontrado ya importantes puntos de contaminación en costas por desechos generados por esta crisis sanitaria por el SARS-CoV-2.
Voluntarios de todo el mundo están ya prestando su ayuda para limpiar estas zonas contaminadas. Otras ONGs también tratan de atraer la atención sobre este problema con las EPIs desechadas, para que las autoridades tomen medidas.