Si eres joven es posible que ahora mismo no estés preocupado por tu pensión de jubilación. Sin embargo, tal y como están las cosas, lo que está claro es que nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en cómo será nuestra calidad de vida una vez que ya no tengamos que trabajar y estemos jubilados.
Seguro que ya sabes que la edad de jubilación está en aumento y que los años que se tienen en cuenta para calcular el importe de la pensión cada vez son más. Y esto son dos cosas que juegan en nuestra contra, porque implican que nos vamos a jubilar más tarde y que, en comparación, vamos a cobrar menos de lo que cobra un pensionista en la actualidad. Por eso, es hora de ir tomando algunas decisiones.
3Cotiza al menos lo justo para tener una pensión contributiva
Si por mucho que te esfuerces no crees que vayas a llegar a cotizar tantos años como exige la ley para cobrar la totalidad de la pensión de jubilación, procura, como poco, cotizar el tiempo mínimo exigido para poder acceder a una pensión contributiva. Lo que se pide en la actualidad es haber cotizado 15 años a lo largo de toda la vida laboral y que, al menos dos de ellos se hayan cotizado en los 15 años inmediatamente anteriores a solicitar la jubilación.
Con esto conseguirás una pensión que será del 50% de la base reguladora. No es una cantidad muy alta, pero te garantiza que tendrás unos ingresos todos los meses. Además, si la pensión que te queda es de un importe inferior a la pensión mínima, podrás cobrar el complemento a mínimos.