MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado del riesgo que supone para la estabilidad financiera el impacto que está teniendo la crisis generada por la pandemia del Covid-19 en el sector de los inmuebles comerciales, dado su profundo carácter procíclico, según se desprende de un informe publicado este lunes.
«Las transacciones y los precios de propiedades comerciales se contrajeron en 2020 a medida que la implementación de medidas de contención en respuesta a la pandemia afectó severamente a la actividad económica», han indicado los economistas del FMI en uno de los capítulos analíticos de su documento semianual ‘Informe de Estabilidad Financiera Global’.
Según el Fondo, parte del impacto adverso en los inmuebles destinados a comercio minorista, a oficinas o a hoteles podría ser permanente, debido a que algunas actividades seguirán siendo virtuales en el futuro. «El gran tamaño de sector inmobiliario comercial y su gran dependencia en la financiación de deuda sugiere que estos desarrollos pueden tener implicaciones significativas para la estabilidad financiera», ha asegurado.
Para el organismo con sede en Washington, el sector afronta desafíos a corto plazo, mientras que las perspectivas para el largo plazo son «altamente inciertas».
«Las cuantiosas exposiciones de los bancos al sector inmobiliario comercial, particularmente en algunas jurisdicciones, y la compleja estructura de financiación del mercado sugiere que un deterioro continuo podría afectar seriamente a la estabilidad financiera», ha alertado el FMI.
En las economías avanzadas y emergentes, el valor de los activos inmobiliarios comerciales representaba el 20% del PIB, frente al 17% que registró en 2019. En algunos países como Singapur, Suecia y Suiza, el sector tiene activos por valor de hasta el 50% del PIB.
Ante todos estos retos, el Fondo ha recomendado a los gobiernos que actúen para tratar de reducir los riesgos. «Aunque los niveles de precio de los inmuebles comerciales no son un objetivo de políticas ‘per se’, las políticas macroprudenciales podrían, en principio, mitigar el riesgo de grandes correcciones de precios y aliviar las tensiones de ajustes de precio en caso de que esa corrección se produzca», ha indicado el organismo.