Entre las muchas capacidades y habilidades personales que debe tener el emprendedor, una de las más importantes es ser capaz de lidiar con la frustración. Debes ser plenamente consciente de que, por mucho que planees las cosas y vayas con pies de plomo, siempre va a haber circunstancias incontrolables que pueden acabar con tus planes o hacer que tengas que llevar a cabo grandes cambios.
Es perfectamente normal que ante una situación de este tipo te sientas desbordado y desanimado, pero no puedes dejar que el desaliento te venza. Sentirse frustrado no es un buen sentimiento pero, si aprendemos a sobreponernos a la adversidad, ganamos en experiencia y en resiliencia, lo que nos beneficia enormemente tanto a nivel personal como a nivel profesional. Por eso, vamos a ver qué podemos hacer cuando la frustración hace acto de presencia en nuestra vida.
7Adiós frustración, hola efectividad
Lidiar con la frustración es una habilidad que se suele aprender en la infancia, pero cuando emprendemos nos vemos sometidos a niveles nuevos de estrés que no habíamos conocido con anterioridad. Por eso, hasta la persona más tranquila puede verse afectada por la frustración y no saber muy bien cómo actuar.
Lo importante es que no te dejes vencer por esta emoción. Puede que no consigas evitar su aparición pero, si consigues dominarla cuando se haga presente, evitarás que sea ella la que tome el control y te empuje a tomar malas decisiones. Porque cuando dominas la frustración eres de nuevo dueño de tu destino y puedes trabajar de forma mucho más eficiente, tomando las mejores decisiones para tu negocio.